Durante la octava semana de embarazo la alimentación de la madre continúa siendo crucial. Debe asegurarse de estar ingiriendo alimentos ricos en zinc, vitamina D, ácido fólico y magnesio.
A su vez cuidar su higiene en los alimentos y en sí misma. Comienza a existir una pérdida de energía normal que debe disminuir a partir de la semana 13 de gestación. Por lo que, para contrarrestarla y evitar la presencia de anemia, es necesario que la madre consuma alimentos que llenen de energía su cuerpo. Evitando consumir alimentos no cocinados completamente y lavándose las manos constantemente.
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¿Cuál es el estado del bebé durante la semana 8 de embarazo?
Al cumplirse la octava semana de embarazo el embrión ha llegado a medir 15-20 milímetros de diámetro desde la coronilla hasta sus nalgas.
Su cabeza continúa siendo de mayor tamaño en comparación al resto del cuerpo. Pero cuenta con pequeñas cavidades oculares y auditivas en conjunto con la formación de su nariz.
Además, aunque parecen invisibles los dedos de su manos y pies comienzan a formarse.
Durante el transcurso de esta semana será necesario realizar una ecografía para evaluar el estado del corazón del feto, su peso y condición hasta la fecha.
De igual forma destacamos la importancia de estas evaluaciones durante la octava semana de crecimiento del feto, debido a los grandes cambios que ocurrirán a partir de este momento. Incluyendo su cerebro, el cual hasta ahora solo es una estructura hueca unida a la médula espinal.
Pero ahora es cuando comenzara a formar la médula, cerebelo y cerebro medio. Por último, el cordón umbilical asume sus funciones, haciendo recibir al embrión comida, oxígeno y agua.
Cambios en la madre durante la octava semana de embarazo
Es a partir del cumplimiento del segundo mes de embarazo cuando el útero de la futura madre comienza a crecer. Aunque es muy probable que la embarazada no sienta cambios drásticos en el cuerpo durante esta semana. Los pechos ya empezarán a cambiar, por lo que es aconsejable ir buscando un buen sujetador.
Por lo que es posible que mientras vaya creciendo el embrión comiences a sentir calambres en el cuerpo o dolores en el bajo abdomen.
Todos estos síntomas derivados de los cambios hormonales que se producen durante la gestación.
Y eso sumado a los usuales malestares del embarazo como: nauseas, intolerancia a algunos olores, cansancio y cambios de humor.
Por lo general estos síntomas pueden ser controlados al realizar ejercicios y consumir alimentos que fomenten el desarrollo y la estabilidad tanto del feto como de la madre.
Por último, es importante siempre mantenerse en contacto con el ginecólogo. El especialista debe determinar lo periodos de consulta para garantizar un embarazo saludable.