Muchas veces comemos alimentos de dudosa procedencia, que no está debidamente cocidos, conservados o que están en mal estado, y esto puede ser causa de una salmonelosis.

Cuando la intoxicación afecta a una mujer embarazada puede afectar su salud y la de su futuro bebé. Además, esta intoxicación es de difícil tratamiento.

¿Qué es la salmonelosis?

La salmonelosis o salmonella se ubica dentro de las infecciones alimentarias. Se contrae tras comer carne cruda o poco cocinada, huevos o derivados del mismo, si estos están infectados con la bacteria de la salmonella.

Salmonelosis

Embarazadas y bebés están dentro de la población de riesgo.

La incubación tiene un período que va desde unas horas hasta los dos días, y los síntomas principales suelen aparecer cerca de las 72 horas tras la ingesta de comida en mal estado. En el caso de embarazadas, la enfermedad puede ser muy grave para su salud y la del bebé.

¿Cuáles son los síntomas de la salmonelosis?

Los síntomas más comunes se relacionan con derivados de la gastroenteritis que la bacteria provoca, y son:

  • Náuseas y vómitos
  • Diarrea
  • Fiebre
  • Dolor de cabeza y muscular
  • Dolor abdominal
  • Sangre en las heces (algunas veces)

La mayoría de las personas pueden solucionar el cuadro de la enfermedad con antibióticos, pero las embarazadas no pueden tomar este medicamento que actúa contra la bacteria porque se asocia a defectos congénitos del feto.

¿Cómo puede afectar a la embarazada y a su bebé?

Una de las complicaciones principales que puede sufrir la madre que padece esta enfermedad es la deshidratación, bacteriemia. Es decir, el paso de la infección a la sangre, pudiendo llegar a diferentes órganos y sistemas.

Otras de las graves consecuencias es el denominado síndrome de Reiter, que produce una inflamación de las articulaciones y fuertes dolores en las mismas.

Salmonelosis

Se ubica dentro de las infecciones alimentarias

Las mujeres embarazadas y los niños están dentro de la denominada “población de mayor riesgo”, y los efectos de la enfermedad pueden afectar a la madre y sobre todo al bebé en gestación.

Es tan mala esta enfermedad para las embarazas que, si la salmonella atraviesa la placenta, puede producir una grave enfermedad y hasta la muerte del feto, en casos extremos.

Algunas recomendaciones

Por eso se recomienda tener especial cuidado, sobre todo en meses de calor, con la comida que no se encuentra bien conservada. Si el alimento tiene un aspecto sospechoso no se debe arriesgar a comerlo.

Otro aspecto a tener muy en cuenta es que esta enfermedad es contagiosa y por ello la embarazada no debe entrar en contacto con personas que se sospecha que puedan padecerla.

Un consejo que puede prevenir la enfermedad es lavarse muy bien las manos antes y después de manipular los alimentos, tocar carnes crudas, lavar el pañal o ir al baño.