Cuando una mujer queda embarazada su sistema circulatorio debe ampliar para prepararse a las necesidades del bebé. Con este preparativo del cuerpo pueden presentarse algunos cambios que conllevan a un efecto secundario. Hemorragias nasales en el embarazo, una afección más frecuente de lo previsto.
Conoce esta complicación en el siguiente apartado, encontraras información importante en el siguiente apartado. Esto y más en esta nueva sección de QuePadres.
Hemorragias nasales en el embarazo, ¿por que ocurre?
Debido a los elevados niveles de estrógenos y al aumento del flujo sanguíneo hacia las membranas mucosas de la nariz. Esto hace que éstas se ablanden y se hinchen, provocando así que se sequen o hasta en algunas ocasiones que sangren con facilidad, especialmente en épocas frías.
Una explicación mas especifica, es que dicha entidad tiene lugar a las hormonas de la gestación, entre ellas la progesterona. Debido a que estas provocan una mayor fragilidad de las mucosas, sobre todo las orales y las nasales.
Por esta razón, ocurre el sangrado de las encías y la epistaxis se presentan con mayor frecuencia. Además si esta ha sufrido de epistaxis en el pasado, tal vez sea propensa a tener este tipo de trastorno.
En algunas ocasiones se puede complicar por inflamación de los cornetes nasales. Estas son pequeñas formaciones, funcionan como filtros del aire que respiramos. Los cuales tienen una estructura de esponja y altamente vascularizadas.
¿Cómo detener el sangrado?
- Muchos piensan que, movilizar la cabeza hacia atrás, mejora la situación y se detendrá el sangrado, cuando en realidad no es así. Lo cierto es que se necesita hacer lo contrario, la cabeza se debe inclinar hacia delante. Esto con la finalidad de asegurarse de que la sangre no sea ingerida, ya que supone un riesgo de vómitos.
- No sonarse la nariz. De esta manera el sangrado no aumenta. Conviene, por el contrario hacer presión con dos dedos los orificios nasales. De este modo se hará compresión al pequeño vaso de donde proviene el flujo sanguíneo.
- Aplicar hielo. Este tiene un potente efecto vasoconstrictor, colócalo sobre la frente sobre la frente
- Mojar un pequeño trozo de algodón en agua oxigenada, hacer una bolita e introducirlo en la nariz. En cambio, es mejor no utilizar algodón hemostático, que tiende a adherirse a la mucosa nasal.
- Después del episodio, conviene evitar sonarse la nariz durante algún tiempo. En algunas ocasiones se utilizan pomadas hemostáticas, las cuales son útiles en muchas de estas situaciones.
Si necesitas alguna otra técnica para detener el sangrado nasal durante el embarazo, revisa el siguiente apartado