Una fase lútea corta es aquella que dura menos de 10 días. Eso provoca que el cuerpo no tenga suficiente hormona progesterona, y por tanto provoca problemas de fertilidad.

En concreto, el revestimiento uterino no se desarrolla correctamente, y hace que sea imposible que el óvulo fecundado se implante en el útero. Veamos a continuación las causas y efectos.

Causas de fase lútea cortafase lútea corta

La principal función de este cuerpo lúteo es liberar la progesterona, una hormona que estimula el crecimiento o el engrosamiento del revestimiento uterino, preparando el útero para la implantación de un óvulo fecundado. La aparición de ciertas afecciones y enfermedades influyen en la aparición de este problema.

El síndrome de ovario poliquísticos produce cantidades de hormonas masculinas más altas de lo normal, produciendo un desequilibrio que ocasiona que los períodos menstruales se vuelvan irregulares, dificultando las posibilidades de embarazo.

La endometriosis causa el crecimiento de tejido fuera de la cavidad uterina, por ejemplo en los ovarios o intestinos, por lo que afecta a que el área se inflame y duela.

Los trastornos de la tiroides: Es el caso de una deficiencia de yodo, una tiroides hiperactiva, la presencia de una tirides hipoactiva o la enfermedad de Hashimoto puede causar una fase lútea corta.

Tratamiento

El método de diagnóstico actual más preciso y detallado para detectar la fase lútea corta es la biopsia endometrial. Este se realiza 1 o 2 días antes de que la mujer tenga su período y el procedimiento consiste, básicamente en tomar una muestra de la membrana endometrial. Una vez hecho el diagnóstico se puede aplicar el tratamiento.

Por suerte, tratar y curar esta condición es posible. El tratamiento más habitual es el suministro de progesterona natural a partir de la ovulación y hasta completar las 13 primeras semanas de gestación. También existe un tratamiento alternativo por inyección intramuscular de una hormona llamada gonadotropina coriónica humana.