La alimentación es una fuente de bienestar en todas las etapas de la vida. Es importante atender a las necesidades nutricionales en cada etapa de la vida empezando por la infancia. Cuando los niños son bebés, empiezan un proceso de descubrimiento del entorno y también, claro está, de la alimentación. El mango es uno de esos ingredientes que pueden integrarse en forma de puré de mango. ¿Cuáles son las ventajas del mango para los bebés?
Fuente de vitamina C
Gracias a su aporte nutricional, el mango es rico en vitamina C, por tanto, refuerza el crecimiento infantil poniendo una atención especial al cuidado de los huesos. Además, durante el periodo del otoño y el invierno que está marcado por la característica ambiental del frío, la alimentación también es esencial para fortalecer las defensas del niño. Por ejemplo, el mango que es rico en vitamina C es un alimento saludable para prevenir la aparición de un posible resfriado, por ejemplo.
Cuidado de la memoria
Los hábitos de alimentación saludable aprendidos durante la infancia constituyen una base fundamental para una correcta alimentación en la etapa adulta. El mango es una de las muchas frutas que pueden comprarse en el supermercado. Y sus beneficios nutricionales son muy completos puesto que su consumo también repercute de manera saludable en el fortalecimiento de la memoria. Por ello, su consumo es especialmente recomendado cuando el niño inicia su etapa escolar.
Fuente de vitalidad
Otro de los efectos positivos del mango es que aporta un extra de energía y vitalidad. Los niños, por su propia naturaleza, tienen una actividad intensa durante el día. El descanso es fundamental para recuperar energía, pero también lo es una alimentación saludable.
Vitamina A
Además de todos los beneficios descritos hasta el momento en este artículo también conviene añadir que el mango produce un aporte de vitamina A que es esencial en este contexto temporal del crecimietno del niño. El mango también constituye un alto aporte de agua.
Por tanto, el mango es una de las frutas que produce numerosos beneficios nutricionales y que pueden integrarse en recetas apetecibles. Por ejemplo, el puré de mango. Antes de introducir el mango en la dieta del bebé es fundamental que consultes con el pediatra del niño cuándo es el momento adecuado para hacerlo. Como dato aproximado, esta es una fruta dulce que suele introducirse a partir de los nueve meses (este dato solo es orientativo porque cada niño es único).