La pelvis durante el embarazo y luego en el parto, tiene un papel muy importante. Tiene la misión de contener al bebé durante todo el embarazo y se modifica durante el parto para facilitar el mismo.
Cuando la mujer no está embarazo, los huesos de la pelvis se articulan y casi no tienen movimiento. Pero cuando comienza el trabajo de parto se vuelve flexible y se suele deformar para facilitar la salida del bebé.
La pelvis durante el embarazo
¿Cuáles son los tipos de pelvis?
La pelvis se divide en dos regiones:
Pelvis mayor: es más ancha y la primera en entrar en contacto con el bebé cuando se introduce hacia el canal de parto
Pelvis menor: que es más estrecha y está ubicada en justo debajo de la anterior
De acuerdo a sus medidas y las relaciones entre los distintos relieves óseos, las pelvis se clasifican en cuatro tipos:
Inecoide: la más frecuente y la que más favorece para el parto. Su particularidad es que el estrecho superior tiene forma ovalada.
Androide: el estrecho superior tiene forma de corazón y es la típica de los hombres. No es nada favorable para el parto natural debido a que el sacro, arco púbico y espinas ciáticas acortan los diámetros del parto.
Antropoide: tiene los diámetros anteroposteriores aumentados, en relación a los transversos. Es características en la raza negra.
Platipeloide: Es un tipo de pelvis aplanada y la menos común de todas. Los diámetros transversos están aumentando con respecto a los anteroposteriores.
Tratar el dolor de la durante el embarazo
La pelvis durante el embarazo
Es algo relativamente normal sentir dolor de pelvis en la etapa del embarazo. Hay manera de atenuar esos dolores, prevenirlos o evitarlos.
Lo recomendable es realizar ciertos ejercicios y los de agua son los más efectivos. Se denominan hidroterapia y tienen la ventaja de que no provocan una carga importante de peso en la pelvis ni en las piernas.
El ejercicio durante el embarazo debe ser aeróbico, no producir cansancio ni dolor y no tener impacto.
Tambié, hay otras formas de tratar el dolor de pelvis. Entre ellas distinguimos:
- Usar un cinturón de soporte o una faja para la pelvis: puede proporcionar un rápido alivio.
- Utilizar alguna pomada: se venden en farmacias y sirven para activar la circulación. No se recomienda el uso de geles porque el principio activo es absorbido por la piel y, por lo tanto, pasa a la circulación, por lo que no sería recomendable su uso.
- El uso de calor en la zona