En los últimos tiempos existe una epidemia de niños desobedientes, ¿qué hacer y por qué ocurre? Es importante combatir esas actitudes que no serán para nada productivas en el futuro.
Si su hijo ignora su petición de guardar los juguetes y tira sus coches por las escaleras, incluso si usted le ha pedido que lo haga muchas veces. ¿Por qué es tan rebelde?
Ahora depende menos de ti que cuando era más joven y tiene un mayor sentido de identidad. Por eso es más rebelde. También aprende a controlar sus impulsos, lo que requiere tiempo y paciencia. Ser rebelde o desobediente es una manera de darse a conocer.
“¡No puedo ir con mi hijo, nunca obedecerá! Lo hemos intentado todo, pero es inútil” Esta es una queja constante y diaria de muchos padres.
¿Por qué algunos niños son tan desobedientes? ¿Cómo es posible que hermanos y hermanas sean tan diferentes, si el ambiente es el mismo? La verdad es que cada niño es único e irremplazable y nace con su propia forma de vida y de ser.
Desde una edad temprana, podemos distinguir fácilmente entre ellos. Algunas personas sonríen, son tranquilas, relajadas, simpáticas, gentiles… y otros inquietos, impacientes, traicioneros, insidiosos, contendientes que constantemente ponen a prueba a sus padres.
Los niños desobedientes tienen un temperamento fuerte, tienden a confrontar, desafiar, medir constantemente la fuerza y quieren ser el centro de atención. Lo malo es que a menudo lo reciben, a veces por el cansancio de los adultos y a veces por la perseverancia.
Por lo general, los niños traviesos son desordenados; siguen siendo niños y, por lo tanto, necesitan la seguridad que los adultos pueden ofrecer. Pero un padre que duda constantemente de cómo hacer frente a sus problemas, de cómo responder a su descontento, a sus «oídos sordos», no es el mejor ejemplo de seguridad y equilibrio.
¿Qué hacer con los niños desobedientes? Consejos prácticos
- Establezca reglas claras para los niños traviesos que saben lo que sucede cuando desobedecen. Por ejemplo, sólo hablaremos una vez, y si no prestas atención, las consecuencias serán «eso» (dependiendo del caso y la edad, te llevarán a tu habitación para hacerte pensar, no te prestarán atención….).
- Actúe inmediatamente si no obedece; no pelee. (En el caso anterior, apague el televisor y llévelo a la habitación para hacer los deberes.)
- No ceder a las provocaciones de niños desobedientes. No respondas a sus quejas, haz lo que vayas a hacer inmediatamente.
- Si le pides que venga a almorzar y grita: «¡Ahora no! Abrázalo y convéncelo de que entiendes lo difícil que es dejar a tus amigos, pero el almuerzo está listo.
- Establezca límites: los niños de esta edad necesitan límites e incluso riendas. Establezca límites y asegúrese de que su hijo sepa cuáles son. Dígalo claramente: «Si estás enfadado, dile con tus propias palabras que quieres que te devuelva el juguete» o «Recuerda, siempre debes mantener tu ricón limpio».
- Refuerce el buen comportamiento: en lugar de centrarse únicamente en el comportamiento de su hijo cuando se está comportando mal, trate de señalar cuando se está comportando bien.