La dieta sana y variada es un hábito de bienestar en cualquier etapa de la vida. La infancia tiene un valor especialmente significativo ya que es en este momento cuando los niños adquieren sus hábitos nutricionales. Los menús infantiles de 1 a 3 años, también deben ser, ante todo, variados.
Es decir, conviene dar protagonismo a un amplio número de ingredientes. Este momento de la vida está marcado por el descubrimiento de nuevos sabores a los que los niños se acostumbran poco a poco.
Consejos nutricionales de 1 a 3 años
¿Cómo integrar estos nuevos ingredientes en los platos? Por ejemplo, en recetas que contienen otros ingredientes que le gustan. Es importante personalizar la nutrición infantil a partir de las propias necesidades del niño que se encuentra en un momento de evolución. En este momento, el niño forma su propio gusto, puede mostrar preferencia hacia algunos alimentos y rechazo hacia otros. Sin embargo, conviene evitar que la preferencia por unos alimentos derive en una rutina constante en la mesa.
Sin embargo, se irá acostumbrando a los nuevos sabores de manera gradual. En este momento también adquiere significado el aprendizaje a través de la imitación del ejemplo que el niño observa en sus padres y demás familiares.
Al realizar la cesta de la compra para elegir los menús infantiles de 1 a 3 años es recomendable dar protagonismo a los alimentos propios de cada temporada.
Consulta los datos de la pirámide alimentaria infantil como marco de referencia y guía para tomar decisiones con las que preparar menús saludables cuando el niño tiene ya 2 años.
Alimentos para menús infantiles de 1 a 3 años
Los menús que puedes elaborar en esta etapa pueden incluir alimentos saludables para niños de este periodo. La leche es una fuente de calcio necesaria para el niño. Además, las frutas y verduras también constituyen un pilar de la nutrición infantil. Al preparar los menús infantiles no solo conviene atender al sabor, sino también, al atractivo estético de los platos. Frutas y verduras suman el aliciente cromático. Si el niño come en la guardería es importante que los menús en casa completen esta fuente nutricional.
Las pastas, las legumbres, los cereales y la carne también son una fuente de referencia en la preparación de los menús infantiles en la semana. Consulta información con tu pediatra en torno a la frecuencia del consumo de cada tipo de grupo de alimentos a partir de las necesidades particulares de tu hijo.
Uno de los libros que puede darte ideas es «100 Recetas para bebés» editado por Larousse. Con deliciosas sopas, papillas variadas, purés de verduras, ensaladas preparadas a partir de una base de frutas… ¡Disfruta de la creatividad en torno a la cocina porque la alimentación es una fuente de felicidad desde la primera etapa!