La listeriosis en el embarazo es una infección causada por la bacteria alimentaria Listeria monocytogenes. Las bacterias están muy extendidas en la naturaleza y se encuentran en una variedad de alimentos. A menudo se aísla en el suelo, el polvo, el agua y de diversas fuentes animales y vegetales.
La forma en que se transmitía la enfermedad en los seres humanos no se conoció hasta mediados de la década de 1990. Las infecciones durante el período neonatal se tratan de forma transparente (en casos veterinarios por contacto directo).
Listerosis durante el embarazo
Los cambios hormonales durante la gestación afectan el sistema inmunológico de la madre, haciéndola más susceptible a la listeriosis en el embarazo. Las mujeres embarazadas tienen 20 veces más probabilidades de desarrollar listeriosis que otros adultos sanos.
La listeriosis puede transmitirse al feto a través de la placenta, incluso si la madre no tiene signos de enfermedad. Esta infección puede llevar a un parto prematuro, abortos espontáneos, mortinatos o niños a tiempo completos con graves consecuencias.
Sus síntomas son similares a los de la gripe, escalofríos, fiebre, dolor de cabeza, diarrea, dolor de espalda y dolor de estómago y pueden ocurrir días o semanas después de comer alimentos contaminados. Si usted tiene los síntomas anteriores, debe informar a su médico para que él o ella pueda realizar los exámenes apropiados.
Prevención de la listeriosis en el embarazo
Debido a que la listeria puede crecer a temperaturas de enfriamiento de 0 a 8°C o inferiores, se recomienda utilizar todos los productos perecederos precocidos o listos para el consumo tan pronto como sea posible.
- Limpie el refrigerador regularmente.
- Compruebe la temperatura de la nevera para asegurarse de que tiene una temperatura de enfriamiento de 5ºC o menos.
- Lávese las manos con agua tibia y jabón después de trabajar con alimentos frescos.
- Evite manipular o combinar alimentos cocidos y crudos al mismo tiempo.
- Lave bien las frutas y verduras antes de comerlas crudas.
- Cocinar muy bien todos los alimentos, especialmente carnes, mariscos y pescados; evitar los pescados y mariscos ahumados (salmón, trucha, bacalao, atún, caballa…).
- Evite los productos cárnicos como salchichas, patés, embutidos, salchichas, etc., a menos que estén sobrecalentados hasta que se libere el vapor.
- Caliente todas las sobras hasta que vea el vapor. El calor puede ayudar a matar cualquier bacteria que pueda estar presente.
- Los quesos blandos como el Feta, el Brie, el Camembert y los quesos con moho o con rayas azules como el Roquefort o el Cabrales no se recomiendan a menos que la etiqueta indique que han sido pasteurizados.
- No beba leche cruda y no coma alimentos o platos preparados con esta materia prima.
- La listeria se destruye a altas temperaturas, y algunas fuentes creen que es necesario cocinar alimentos que probablemente se ingieren bien, aunque otras señalan que hay ocasiones en las que el calor no es suficiente para matar las bacterias, por lo que es más recomendable no consumir estos alimentos.