Es claro que nadie puede resistirse a escuchar su música preferida y no dejar de bailar. El oído es quien logra captar esas vibraciones que no sólo estremecen al cuerpo, sino que hacen de él una máquina que se mueve al compás. Y,  ¿porqué resistirse a bailar en el embarazo?

bailar embarazada

Cuando una mujer está embarazada, muchas personas tienden a decirle cosas como «no deberías hacer eso», «puedes perjudicar la salud de tu bebé» o la más molesta de todas «las vibraciones podría hacer que tu bebé nazca con deformaciones.

Estos comentarios pueden que sean sólo consejos, por eso de preocuparse por el bienestar de la madre y del bebé. Pero no suelen ser muy favorables dado a la forma en que se dicen, ya que se convierten en algo sumamente irritante y poco prudente.

El embarazo no limita

Hay que tener en cuenta que el embarazo no es una enfermedad o discapacidad física. Una mujer puede vivir de forma tranquila su rutina diaria, quizás cambiando uno que otro hábito, pero no es razón para estar acostada todo el día en la cama sin hacer nada.

Muchos especialistas recomiendan que las madres realicen actividades físicas como nadar, caminar y hasta bailar en el embarazo. Hay casos como el Sasha Fitness que realizaba una rutina de ejercicio en el periodo del embarazo, sin la preocupación de traer consecuencias al bebé

Con esto no se quiere incitar a levantar pesas grandes o trotar un maratón, cada persona conoce su límite. Si puede realizar actividades sencillas como las antes mencionadas, no se sentirá limitada a nada ni tendrá la preocupación de engordar más de la cuenta.

Beneficios de bailar en el embarazo

bailar durante el embarazo y sus beneficios

Cuando una mujer embarazada le da deseos de bailar, no debe ser algo de qué preocuparse. Muchos beneficios pueden obtenerse cuando se realiza este tipo de actividades. En primer lugar, mantiene la madre activa y de buen humor.

El estado de ánimo y alcanza la conecta con el bebé que lleva en su interior y se lo transmite. También es un buen ejercicio para su condición, ya que no le exige un esfuerzo mayor.

Además, puede proporcionarle a la madre una condición física que permita soportar el proceso del parto. El movimiento constante activa su circulación en sus piernas. La recomendación es no abusar mucho de ninguna actividad física y seguir las recomendaciones del médico.

La música llama

Es inevitable para cualquier ser humano, escuchar su música favorita y no bailarla. La felicidad se consigue con sólo realizar unos cuantos pasos, una mujer que está en la dulce espera, no debe sentirse cohibida ante el baile y sus actitudes.

Mientras que la mujer se siente cómoda y dispuesta a realizar este tipo de actividades, no es necesario preocuparse por esos «problemas» que algunos tiene temor a padecer. Como se dijo anteriormente, el embarazo no es una enfermedad, mucho menos una discapacidad.