En ocasiones los bebés están más irritables de lo normal, ya sea por no dormir bien o estar siempre hambriento. Es por ello que puede estar atravesando un brote de crecimiento.
Es por ello que en esta ocasión en Qué padres, te mencionaremos algunas señales o manifestaciones de crecimiento en tu bebé. Estos periodos pueden ser rápidos, en ocasiones parece que crecen de la noche a la mañana.
¿En que consiste un brote de crecimiento?
Consiste en estirones del bebé dentro de su normal desarrollo. El aumento de tamaño durante el primer año es más rápido que en cualquier otro momento de su vida.
Durante el primer año de vida los niños crecerán alrededor de 25 centímetros. Esto se produce por medio de varios estirones, provocando un crecimiento del niño tanto en talla como peso. En la edad escolar crecerá aproximadamente 5 centímetros por año. Después, en la pubertad esta cifra se duplica.
¿Cuales son los brotes de crecimiento?
- Tiene hambre. El bebé querrá comer con mayor frecuencia, en parte debido a que necesita más calorías durante el crecimiento. Ademas que este tendrá el metabolismo mucho más rápido. En caso de que el bebé sola calme con el pecho o biberón, es muy probable que un estirón.
- Cambios en el comportamiento. Pueden encontrarse molesto, irritable, inquieto y malhumorado. Expertos creen que debido a que los tendones y los músculos se estiraren en el cuerpo durante crecimiento. Es por ello que es posible que tu bebé sienta algo de dolor y esto le cause molestia.
- Cambios en el patrón de sueño. Es normal que tu bebé duerma más profundo y por más tiempo en los días en que ocurre el estirón. Esto es muy ventajoso para las hormonas de crecimiento. Así mismo es posible que la irritabilidad adquirida, también sea posible que tu bebé duerma menos.
- Tomas de leche caóticas. En ciertas ocasiones puede que se sienta incómodo si no de posición. Durante cada toma, puede tironearte, arquee la espalda, tense sus piernas y se distraiga fácilmente. O también podría sacar su boquita del pecho o biberón constantemente.
Es importante siempre hablar con la pediatra, ante cualquier cambio extraño que presente e bebé. Ya que un simple malestar podría confundirse con un brote de crecimiento.
En el caso de estar atravesando por esta etapa, lo importante es mimarlo y ayudarlo a adaptarse a estas etapas. Pero aunque estas situaciones sean desesperante, lo mejor es conservar la calma y ayudarlo en el proceso.