Esta patología conocida como Pulpitis o dactilitis de las piscinas aparece sobretodo en verano en los niños. Se trata de una dermatosis por fricción, es decir, por el continuo roce de la piel en las zonas rugosas de la piscina o alrededor causando un enrojecimiento.
Causas de la pulpitis de las piscinas
Como hemos comentado se trata de una afección típica de la infancia, aunque también se puede dar en adultos. La causa de esta es la irritación de la piel cuando esta ha estado en remojo mucho rato. La piel húmeda es más propensa a las irritaciones, y por eso cuando entran y salen de la piscina sufriendo roces con el suelo o borde de la piscina ocurren las irritaciones.
La dactilitis de las piscinas puede aparecer tanto en manos como en pies, conocida como palmas de piscina o pool palms (en inglés).
Es algo parecido a lo que ocurre en los pies cuando aparecen las ampollas de roce del calzado. El pie está humedo o sudado y con el roce aparece la irritación y la ampolla.
Diagnóstico y tratamiento
No es una afección maligna, por lo no debemos preocuparnos. Las lesiones suelen ser rojeces brillantes que no se descaman ni pican, ocurren de forma simétrica en ambas palmas de las manos o de los pies, sobretodo en los pulpejos de los dedos. Eso es porque es la zona que roza más con la piscina. Es una lesión transitoria y autolimitada, por lo que no hay que preocuparse. En caso de que el niño o niña tenga dermatitis atópica puede ser un poco más rojizo.
Lo más indicado en esos casos es que el menor vaya con más cuidado en la piscina, y las las lesiones desaparecerán espontáneamente y de forma progresiva cuando el niño deje de ir a la piscina. No es necesario ninguna medicación o tratamiento.