Las mujeres embarazadas no pueden desconocer lo grave que puede resultar la preeclampsia. Es una complicación del embarazo que causa hipertensión arterial y puede producir daños a los riñones.

Ocurre solamente durante el embarazo. Entre los síntomas más comunes, la preeclampsia puede incluir proteína en la orina. Ocurre después de la semana 20 del embarazo.

Existen distintos grados de esta enfermedad y puede ser desde leve a severa. Puede además progresar lenta o rápidamente. Si no se trata esta condición puede derivar en complicaciones.

¿Cómo se diagnostica la preeclampsia?

Mediante una revisión médica de la presión arterial y un análisis de orina puede detectarse. La hipertensión arterial se da cuando el valor sistólico es de 140 o mayor, o un valor diastólico de 90 o superior.

Es necesario que la revisión de la presión arterial se realice varias veces al día ya que la misma puede fluctuar rápidamente y en ese caso se debe tratar de estabilizar.

En cuanto a la detección de proteína en la orina puede introducirse una tira reactiva en la muestra  para averiguar si hay proteína.

Si es positiva esa muestra, es posible que pidan que recolectes orina a lo largo de 24 horas para después analizarla. Este método es la manera más precisa de medir el contenido de proteína en la orina. Un resultado de 300 miligramos de proteína en un plazo de un día es un signo de preeclampsia.

Otra forma de detección de la preeclamsia es la relación proteína/creatinina. Este examen es mucho más sencillo de realizar ya que se debe tomar una muestra única de orina.

Destacamos que si los resultados son superiores a 0.3 miligramos por decilitro podrías tener preeclampsia.Preeclampsia: cómo detectarla y combatirla

¿Todas las embarazadas tienen riesgo de sufrir preeclampsia?

Esta enfermedad suele ser más frecuente en:

  • Las embarazadas primerizas
  • Mujeres que tienen antecedentes familiares (por ejemplo que haya tenido la enfermedad su madre o hermanas en alguno de sus embarazos)

Aquellas mujeres mayores de 40 años:

  • Chicas adolescentes
  • Gestaciones múltiples
  • Gestantes con hipertensión arterial (tanto durante el embarazo como antes del mismo)
  • Embarazadas con problemas renales

Por su parte las mujeres que tuvieron preeclampsia en algún embarazo anterior poseen hasta un 30 por ciento de posibilidades de que vuelva a repetirse en un embarazo posterior.

Aunque como indicamos antes las causas aún no pueden determinarse con exactitud puede indicarse que hay una multiplicidad de factores que pueden producirla. Existen causas desencadenantes donde se incluyen factores endoteliales (de las paredes de los vasos sanguíneos), factores plasmáticos (pertenecientes al plasma sanguíneo) y factores placentarios.

¿Cuáles son sus síntomas de la preeclampsia?

Los síntomas variarán de acuerdo a si se trata de una preeclampsia leve o severa. Los principales indicadores de la existencia de esta enfermedad son:

La Preeclampsia Leve: hipertensión arterial, retención de líquidos y proteínas en la orina.

En la Preeclampsia Severa: dolores de cabeza, visión borrosa, incapacidad para tolerar la luz brillante, fatiga, náuseas/vómitos, orinar en pequeñas cantidades, dolor en lado derecho de la parte superior del abdomen, falta de aliento y tendencia a moretones fácilmente.

Preeclampsia: cómo detectarla y combatirla

¿Cómo afecta la preeclampsia a la futura madre?

Si aparecen los síntomas y la mujer embarazada no es tratada de forma rápida el cuadro puede complicarse. Estos problemas pueden ir de una insuficiencia hepática o renal hasta problemas cardiovasculares.

Además puede incluir otras condiciones que en muchos casos pueden causar la muerte. Estos son:

La eclampsia

Es una forma grave de preeclampsia que lleva a las convulsiones. Sus principales síntomas son:

  • Problemas en la visión
  • Intensos dolores de cabeza
  • Dolor abdominal, centralizado en la parte superior derecha del abdomen
  • Náuseas y vómitos
  • Una menor producción de orina

Síndrome HELLP

Es factible que provoque complicaciones graves, incluidas insuficiencia hepática y muerte. Sus síntomas son:

  • Sangrado
  • Aparición de moretones con facilidad
  • Náuseas o vómitos
  • Dolor de cabeza o fatiga extrema

La mayor parte de las mujeres que tienen este síndrome ya poseen presión alta, pero el síndrome HELLP puede ocurrir sin que una mujer tenga presión arterial alta o proteínas en la orina.

¿La preeclampsia también afecta al bebé?

En muchos casos esta enfermedad puede hacer que la placenta no obtenga suficiente sangre y entonces el bebé recibirá menos oxígeno y alimento. La consecuencia de este proceso es que el bebé al nacer presente un peso muy bajo.

Sin embargo la mayor parte de las mujeres, siempre que la preeclampsia se detecte a tiempo y sea tratada de manera conveniente, pueden dar a luz un bebé sano. Por eso es muy importante hacerse los controles médicos recomendados cuando aparecen algunos de los síntomas de esta enfermedad.

¿Puede prevenirse?

No hay forma segura de prevención pero pueden ser controlados algunos factores que producen la hipertensión arterial. Su médico puede recomendarle realizar dieta y ejercicios.

Algunos consejos son:

  • Comer con poca sal
  • Beber cerca de 8 vasos de agua por día
  • No comer frituras o comida con mucha grasa
  • Descansar lo necesario
  • Elevar sus pies varias veces durante el día
  • Hacer ejercicio habitualmente
  • No consumir alcohol
  • Evitar bebidas que contengan cafeína

¿Qué puede hacer la mujer antes de quedar embarazada?

Puede disminuir el riesgo con recomendaciones que le indique su médico personal. Entre ellas está la dieta ya mencionada, y si tiene sobrepeso pueden indicarle una régimen para que pueda perder algunos quilos.

Si ya está tomando algún medicamento para controlar su presión, es necesario que el facultativo le indique si debe continuar con ese tratamiento o si debe cambiar esos medicamentos por otros màs efectivos. Su médico le dará otras alternativas más seguras.

¿Cómo debe tratarse esta enfermedad?

El tratamiento de la preeclampsia va a depender del grado de gravedad, de la cantidad de semanas de embarazo y de cómo se encuentre tu bebé.

Si la enfermedad aparece en la semana 37 o más tarde es probable que te provoquen el parto, especialmente si el cuello uterino está afinado y dilatado.

Pero si aún la embarazada no llegó a la semana 37 es probable que sea ingresada a un hospital. Deberá hacerse controles o un tratamiento ambulatorio con un estricto control de la presión arterial varias veces al día.

Los médicos recomiendan reducir las actividades o hacer algo de reposo, ya que la presión sanguínea baja mientras descansas.

El reposo absoluto no se recomienda ya que aumentaría el riesgo de que se formaran coágulos de sangre.

No habrá que seguir una dieta especial ni reducir la sal en las comidas, pero es necesario el descanso sin realizar esfuerzos y estar en un ambiente tranquilo y relajado.