Durante el embarazo la placenta debe tener un cierto espesor, pero si se presenta más gruesa de lo normal puede ser indicativo de infección intrauterina del feto.
El médico será el encargado de ver cómo va evolucionando la placenta, en cada caso, y si nota alguna regularidad es seguro que indique que la madre se haga algunos estudios médicos.
Para tener un parámetro, aunque varía en casa caso, lo ideal es que en la semana 33 del embarazo la placenta mida 4,6 centímetros. Si es más gruesa será necesaria controlar el caso.
Índice
¿Qué es la placenta?
Es un órgano que se desarrolla en el útero durante el embarazo y la encargada de brindar el oxígeno y los nutrientes al bebé en crecimiento. Además, su función consiste en eliminar los residuos de la sangre del bebé.
La placenta se une a la pared del útero, y de este surge el cordón umbilical del bebé. Por lo general, el órgano está unido a la parte superior, lateral, delantera o trasera del útero.
¿Cuáles son las causas de una placenta gruesa?
Las razones que conducen a un engrosamiento de la placenta, son diversas, pero distinguimos las siguientes:
- Que la futura madre haya sufrido enfermedades virales (gripe, SARS)
- Que la mujer tenga enfermedades infecciosas (sífilis, toxoplasmosis).
- Diabetes materna
- Anemia severa
- Amenaza de aborto espontáneo
- Embarazos múltiples
- Gestosis
- Exceso o escasez de peso de la mujer embarazada
¿Cuáles son las consecuencias de una placenta gruesa?
Las consecuencias de una placenta gruesa, para el bebé, pueden ser muy importantes y severas. Cuando el lugar para el niño se vuelve más grueso, hay calcificaciones que afectan el funcionamiento de la placenta.
Cuando esto ocurre el feto no recibe suficiente oxígeno, y esto afecta su desarrollo intrauterino. Además, hay consecuencias para la futura mamá, porque debido a la hinchazón de la placenta, su función hormonal disminuye, lo que amenaza con la interrupción del embarazo.
En casos severos, es posible el engrosamiento de la placenta muerte fetal prenatal y exfoliación prematura de la placenta. Cuando el médico percibe las anormalidades anteriores de inmediato debe prescribir estudios médicos y si se confirma la existencia de una placenta gruesa, comenzar un tratamiento de inmediato.
¿Qué estudios hacen para detectar la placenta gruesa?
En caso de placenta gruesa el médico prescribe un examen adicional, que incluye:
- Cardiotocografía (determinación de la frecuencia cardíaca fetal), que tuvo lugar una vez cada dos semanas
- La ecografía del feto
- Investigación hormonal
- Doppler (el estudio del flujo sanguíneo en la madre-placenta-feto).
Es necesario recordar que los controles médicos de la mujer embarazada son muy importantes durante el embarazo y pueden evitar consecuencias durante el parto.