Es común que los niños experimenten el fenómeno fan con un deportista, de un cantante o de un personaje que aparece en los medios de comunicación. Los ídolos infantiles seguro han estado presente en los primeros años de nuestras vidas y han formado parte de nuestra niñez.
Estas personas tienen gran importancia para nuestros hijos, y no está mal, pero deberíamos preocuparnos cuando ese fanatismo se hace obsesivo.
¿Qué es el fenómeno fan?
El llamado fenómeno fan no lleva aparejado ningún tipo de desorden mental, si se ejerce en su justa medida y cuando no hablamos de casos extremos. Se centra en obsesiones absurdas, y según los psicólogos, pertenecer a una comunidad de fans es bueno para la salud mental, emocional y social.
En cuanto a los niños, comienzan a imitar a sus ídolos desde pequeños. Lo malo es que puedan crearse una imagen falsa de su ídolo y ahí debemos comenzar a preocuparnos.
Una obsesión por su ídolo puede generar en los niños falsas expectativas y mucha frustración. Pero si este fenómeno fan es bien llevado, y los niños aprenden que sus ídolos infantiles son personas igual que ellos, pueden motivarles a luchar por sus sueños.
¿A qué edad empieza?
Durante los primeros años de vida, los padres son los principales ídolos de los niños. Pero a partir de los 8 años los niños comienzan a buscar otros superhéroes lejos de su hogar.
No se trata de impedir que los niños tengan sus propios ídolos infantiles, pero si los padres pueden poner límites y explicarles acerca de las acciones de estos personajes. La prohibición podría llevar a que los pequeños se obsesionen con estos personajes y ahí pudiera resultar peligroso.
El fenómeno fan en la adolescencia
Los niños al crecer cambian su personalidad y comenzarán también a tener otros ídolos. En la adolescencia pasarán por un momento en el que están formando su identidad en el mundo.
En esta etapa entonces será normal y hasta beneficioso, en algún punto, que puedan alinearse y conectarse mayormente con sus compañeros antes que con sus padres. Y en esta etapa surgen también nuevos ídolos y se vuelven fans de figuras televisivas o mediáticas, a las que tratarán de imitar.
Este proceso ayuda a los adolescentes a aprender a confiar menos en sus padres y más en sí mismos para tomar decisiones saludables a medida que se hacen adultos. Se lo llama individuación y es un paso obligado para luego pasar a la juventud y posteriormente a la adultez.
No está mal ser parte del fenómeno fan lo malo es tener obsesión por algún ídolo y no poder controlar estos sentimientos.