Cuando los niños pierden un diente de leche, a pesar de que pueda aparecer algún dolor, festejan porque saben que serán recompensados por un personaje de leyenda, te contaremos la historia de El Hada de los Dientes.

La tradición cambia en algunos países, mientras que en algunos llega El ratoncito Pérez en otros como los países anglosajones y en Alemania, viene El Hada de los Dientes.

Te contaremos esta historia por si no la conocés y para que se la cuentes a los más pequeños de la casa.

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Una historia para ayudar a reflexionar a los niños.

¿Qué dice la leyenda sobre el hada de los dientes?

La historia cuenta que en un país muy lejano al Hada de los Dientes, cuando era una niña, se le cayó un diente.

Con mucha ilusión, el hada puso su diente debajo de la almohada y se durmió, esperando un regalo. Pero cuando se despertó, su diente seguía allí.

Entonces al día siguiente volvió a poner su diente bajo la almohada, pero el resultado fue el mismo: su diente seguía allí.

Muy triste, el Hada de los Dientes dejó de recoger los dientes de los niños, así que los niños dejaron de ofrecerle a ella sus dientes, y empezaron a dárselos al Ratoncito Pérez. Al principio, el Ratoncito Pérez estaba muy contento.

Al poco tiempo, el Ratoncito Pérez se dio cuenta de que era demasiado trabajo para él. Y es que había días que no podía recoger todos los dientes, y como consecuencia, había niños que se quedaban sin su regalo.

Entonces el pequeño ratoncito pensó en hablar con Hada de los Dientes para ver como se podía solucionar este problema.

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El Hada de los Dientes

Cuando fue a ver al Hada de los Dientes, el Ratoncito Pérez se encontró que la pobre estaba dormida y que, junto a su cama, había una carta. En el sobre iba dirigido a «quien quiera quedarse con mi diente».

Pérez se dio cuenta de lo que pasaba, y pensó: – Me llevaré su diente y le dejaré un regalo. Seguro que así recuperará la ilusión y volverá a hacer su trabajo.

A la mañana siguiente, cuando el hada despertó, se encontró un maravilloso regalo.

-El hada de los dientes ¡Es un saco mágico para guardar los dientes de los niños! -gritó el hadita muy feliz-. ¡Justo lo que necesitaba! ¿Quién habrá sido?

Entonces, descubrió una nota junto a su cama que decía: “Siento haber tardado tanto, compañera. No te volveré a fallar”.

Recién allí la pequeña hada se dio cuenta que sus malos pensamientos la habían traicionado, y reflexionó:

Este tiene que haber sido Pérez -dijo el hada. Y yo pensando que le caía mal… ¡qué injusta he sido!

Desde entonces, el Ratoncito Pérez y el Hada de los Dientes son socios, y se ayudan el uno al otro para que ningún niño de todo el mundo se quede nunca sin su regalo por su diente.