Estudios y estadísticas revelan que en España nacen cada vez menos niños, ¿Por qué? ¿A qué se deben estas fuertes bajas en las cifras de natalidad del país?
El Instituto Nacional de Estadística ha publicado datos que muestran que el declive demográfico natural de España ha alcanzado un nivel récord en la historia de la humanidad, con la tasa de natalidad más baja de la historia. En la primera mitad de 2018, se registraron 178.794 nacimientos, la cifra más baja desde 1941.
Esta cifra es triste, pero no sorprendente, porque en los últimos años se han repetido las tendencias negativas. Esto se debe en parte a la crisis económica que ha atravesado nuestro país, que ha tenido un impacto más grave en las familias que viven en la pobreza y la exclusión social.
Un país sin niños no tiene futuro. Por ello, abogamos por una mayor inversión en políticas de infancia para que las familias puedan afrontar los retos de la crianza de los hijos.
Debemos invertir más y mejor en las políticas de infancia, que actualmente representan sólo el 50% de la media europea. Es urgente mejorar las condiciones de la licencia de maternidad y paternidad, garantizar la educación entre 0 y 3 años y aumentar las transferencias económicas, como las prestaciones por hijos.
Las familias no pueden permitirse tener hijos
El problema no es que las familias no quieran tener hijos, sino que no pueden permitírselos.
España es uno de los países con una gran diferencia entre el número medio de hijos de 1 a 3 y el número medio de padres que quieren tener hijos 2 o 1, según el informe español de la Universidad Pontificia de Comillas de 2018.
No es fácil ser un niño en España. El 31,3% de la población infantil, más de 2,4 millones de niños, están en riesgo de pobreza o exclusión social.
Casi 700.000 casas no pueden cubrir los gastos mínimos necesarios para criar a un niño con dignidad o para asegurar su desarrollo y bienestar, y esta cantidad oscila entre 480 y 590 euros al mes.
Una tendencia muy arraigada, nacen menos niños.
Las generaciones de mujeres en edad de procrear están disminuyendo. El grupo de edad de 25-40 años, que representa el 85 por ciento de los nacimientos, aumentó de 4,98 millones en 2017 a 4,85 millones. La tendencia a la baja comenzó en 2009.
Las cifras son inquietantes, pero no sorprendentes. Son el resultado de tendencias a largo plazo que están profundamente arraigadas y se espera que continúen si el mercado laboral y las condiciones de fecundidad no cambian drásticamente.
Teme que las mujeres tengan ahora un promedio de 1,25 hijos, en comparación con el 1,44 de hace diez años, la tasa más baja desde 2002. La situación de tendencia a la baja en la natalidad en España es un tema que preocupa mucho.
Cada familia tiene situaciones económicas diferentes y puede que, aun deseando, no puedan tener más de un hijo.