¿Qué es mejor, un embarazo buscado o por sorpresa? Cada pareja pasa distintas situaciones y se adaptan a su manera, pero un embarazo es otro cuento.

Una de las preguntas más insípidas que la gente suele hacer cuando una pareja anuncia que está esperando un bebé es ¿embarazo deseado o por sorpresa? tergiversando el gesto como si algo estuviera mal.

Esto es especialmente común cuando los hijos están cercanos de edad, o cuando se supone que no deberían estar buscando un bebé y de repente, ¡bam, se embarazan! También es común en situaciones de dificultad económica o para madres solteras.

La verdad es que es una pregunta bastante incómoda cuando la hacemos, y suele ir acompañada de las mismas desagradables trenzas como si fue un accidente o falló, como si el bebé fuera un error.

Cada situación es un mundo, ya sea por embarazo buscado o por sorpresa

embarazo buscado o sorpresa

El tema de un embarazo no planificado es muy personal y delicado y depende mucho de la situación específica de cada pareja y de la forma en que la afronten. En la mayoría de los casos, la paternidad, incluso sin planificación y en las situaciones más desfavorables, se acepta con dificultad.

El embarazo no tiene síntomas: no hay náuseas ni vómitos, no hay mareos ni desmayos, no hay fatiga ni gravedad, no hay adicción ni cambios en el apetito, e incluso no hay menstruación.

En los casos más extremos de negación del embarazo, como se llama esta patología, las madres son sorprendidas sin darse cuenta, incluso hasta el día del nacimiento.

Tan pronto como haya dos líneas de una prueba de embarazo positiva, nuestros corazones dan un vuelco tremendo.

No sabemos si es verdad, si lo queremos, si no queremos ni pensarlo, si le tenemos miedo, si es una buena idea, si no podemos aceptarlo y un sinfín de cosas más que pasan por la mente.

Este es un momento muy raro, poder, miedo y gran ambivalencia. Lo queramos o no, estamos embarazados. Y vamos a tener que tomar algunas decisiones al respecto.

La responsabilidad de tener un bebé

embarazo sorpresa o buscado

Hay que tener en cuenta que un embarazo raramente va de acuerdo con el plan. Además, si fuéramos realmente capaces de planear un embarazo, la humanidad podría dejar de existir.

Hay una diferencia entre los embarazos no deseados y los no planeados. En el primer caso se trata de un rechazo total a la posibilidad de tener un hijo.

En el segundo caso, la idea de tener un hijo no se abandona, sino que aparece una nueva vida si es sospechosa o irrelevante. Lo que es indeseable se debe, por lo tanto, a las circunstancias, y no a la paternidad o la maternidad.

Por lo tanto, es importante tratar de explicar todos los sentimientos y emociones asociados con esta situación.

Vale la pena hacerse preguntas como: ¿Siento ira o enfado por el hecho de que estés embarazada? ¿Siento miedo? ¿Me siento culpable? ¿Siento un rechazo total o parcial? ¿Qué parte de la actitud de mi pareja afecta al grado en que me siento embarazada? ¿Cuáles son las razones por las que no quiero este embarazo?

Estas preguntas se aplican tanto a hombres como a mujeres. La idea es poder determinar su verdadera actitud hacia un embarazo no deseado teniendo en cuenta las variables más importantes. A veces no es tan claro como parece. Lo ideal sería que cada decisión que se tome lleve a una acción consciente.