El abuso sexual infantil es cualquier acto por el cual una persona es explotada como objeto sexual por otra persona con más poder debido a la edad, la jerarquía o el desarrollo cognitivo. El nivel de este acto depende de la violencia con la que se comete y del número de repeticiones.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 150 millones de niñas y 73 millones de niños menores de 18 años han experimentado relaciones sexuales violentas u otras formas de agresión sexual en todo el mundo.
Conoce cómo detectar el abuso sexual infantil
- Mostrando una falta de confianza por alguien
- Dibujar, jugar o imitar el comportamiento sexual de los adultos.
- Tiene una repentina recaída en su rendimiento académico.
- Menciona las dolencias físicas que no tienen causas orgánicas evidentes: dolores de cabeza, dolores de estómago, insomnio o pesadillas.
- Las manifestaciones cambian en la expresión de sus emociones.
- Su apetito aumenta o disminuye repentinamente.
- Impide que un miembro de la familia o un amigo vaya a la escuela o a la casa.
- Tiene daños o infecciones genitales.
- Hay una regresión en el control de los esfínteres.
Además, a veces aparecen marcas, no causadas por el torturador, sino por el niño como una forma de deshacerse del dolor. Sin embargo, hay señales que pueden darle pistas indirectas para comenzar a sospechar que su hijo está siendo abusado sexualmente:
1. Conocimientos, comportamientos, dibujos y lenguaje sexuales que no son apropiados para su edad
Si usted ve a su hijo hablar y contar detalles sexuales específicos, tener una relación sexual con juguetes o tratar sexualmente a otras personas, es importante que lo capte e investigue.
2. Cambiar su estado de ánimo y su comportamiento
Si es poco afectuoso y no quiere ser tocado, está ansioso, irritable, nervioso, triste o no le gusta llorar. A veces incluso hay niños que vuelven a un comportamiento anticuado regresión, como mojar la cama.
3. Trastornos del sueño
Muy a menudo los niños que han sido abusados sexualmente se cansan de una mala noche de sueño o de pesadillas frecuentes.
4. Cambios en la higiene
Los niños y niñas que han sufrido abuso sexual infantil empiezan a tener una higiene excesiva o deficiente. Esto se debe al estrés o a los sentimientos de culpa que experimentan en estas situaciones. Algunos niños se avergüenzan o tratan de protegerte y no quieren que los veas desnudos para que no notes sus heridas o moretones.
5. Trastornos de la alimentación
Al igual que con la higiene, algunos niños cambian su dieta. Por ejemplo, hay personas que se niegan a comer debido a la situación estresante en la que se encuentran.
6. Malos resultados de aprendizaje
Su capacidad de concentración disminuirá y sus calificaciones bajarán, por lo que ya no estará interesado en aprender.
¿Qué hacer si pasa?
Cuando un niño afirma que ha sido abusado, tocado o lesionado, es importante creerlo. Debido a que a menudo está cerca de alguien, es difícil que alguien reciba un mensaje, pero piense en lo duro que ha tenido que trabajar para decirle lo que espera de usted ahora.
Es importante escucharlo y encontrar la manera de llevarlo a un lugar seguro; asegurarse de que no vuelva a estar solo con la persona que lo atacó y hacerle entender que:
- No es su culpa.
- Es bueno que estén hablando.
- Admiras su coraje.
- A partir de ahora, serás responsable de su protección y reparación.