Uno de los grupos de población más afectados por la situación actual con los niños. Por ello vamos a daros unos concejos sobre cómo hablar con los niños sobre la pandemia y el duelo.

El aislamiento social y la falta o limitación de espacio al aire libre, afectan en el estado emocional de los más pequeños, y podemos ayudarles a sentirse mejor con nuestro apoyo. La premisa es que los niños hagan una buena gestión emocional de los acontecimientos y que dispongan de un ambiente tranquilo y protegido.Cómo hablar con los niños sobre la pandemia y el duelo

Recomendaciones sobre la pandemia y el duelo: hablar con los niños

  1. Información: los niños deben tener la información necesaria para transmitirles, según su nivel de conocimiento y sensibilidad, lo que ocurre. Debemos comunicarles en un ambiente relajado la situación actual o la pérdida repentina de un ser querido.
  2. Evita detalles: deben estar al corriente de las cosas que puedan afectarles pero no los detalles exactos de la procedencia de la información o números. Por ejemplo, es bueno que sepan que pronto volverán a clase, pero no hace falta mencionar que la cifra de contagios es alta.
  3.  Resolver sus dudas: A los niños suelen surgirles preguntas más o menos dificiles de contestar según el nivel de madurez. Debemos responderles de forma que se queden tranquilos pero evitando detalles. Debemos ser pacientes con las preguntas incómodas.
  4. Recursos: para captar su atención podemos hacer uso de materiales como cuentos, dibujos… para que el mensaje les llegue claro.

Cómo hablar con los niños sobre el duelo

  1. Dar la información tan pronto como sea posible, porque ocultar esta información suele estresarnos y los niños lo notan.
  2. La persona que lo comunique debe ser sus padres o tutores, en un lugar conocido y seguro para el niño, como por ejemplo su habitación y, debemos hablarle a su altura,
  3. Dependiendo de la edad de los niños debemos adaptar el lenguaje, pero siempre con un tono clamado. Debe entender que es una situación triste y que no podrá volver a ver esa persona.
  4. Como hemos dicho antes debemos darle información real pero sin dar más información de la que el niño es capaz de procesar. Por ejemplo, si el pequeño muestra sentimientos de culpa debemos remarcar que no ha tenido ninguna responsabilidad en lo ocurrido.
  5. Además, debemos ayudarle a procesar las emociones y dudas que le surjan, sin reprimir sentimientos.
  6. Acompañamiento al proceso emocional individual: ayudar al niño a expresar sus emociones y responderle a las dudas que pueda tener.
  7. En cuanto al ritual: Los niños a partir de 5 años pueden participar si quieren y es recomendable anticiparles con anterioridad cuál será la situación.
  8. En la pre-adolescencia los niños pueden sentir más miedo ante la muerte que los niños más pequeños. Debemos intentar aclarar en la medida de lo posible los aspectos reales de la pérdida con el fin de evitar que se magnifiquen sus miedos y fantasías. Tras un tiempo considerable a la pérdida es aconsejable, de manera natural, observar fotos, recordar anécdotas o momentos bonitos de convivencia para poder vivir el duelo.
  9. En menores adolescentes puede ocurrir que se muestren más irritables. Es aconsejable que se impliquen en los rituales de despedida, pero en este caso solo si están de acuerdo. Debemos escuchar sus opiniones e ilustrarles con algún ejemplo de cómo nosotros hemos vivido algún duelo anterior o como ellos mismos lo realizaron en otro momento (con algún ser querido, animal de compañía…). En este caso debemos estar disponibles pero también es importante que respetemos su espacio.