Al principio resulta un tanto complicado bañar a un bebé. El procedimiento a realizar por los padres puede llegar a ser estresante pero con unos sencillos pasos veremos poco a poco cómo bañar a nuestro bebé.
Antes de empezar
Antes de comenzar a bañar a un bebé hay una serie de procedimientos que debemos seguir como es el aclimatar el baño para que el bebé se sienta cómodo, tener a mano la bañerita y tomar la temperatura del agua que vayamos a echar antes de introducir al bebé en el interior de ésta.
Primero, deberemos aclimatar el baño o la habitación donde vayas a lavarlo. Debería estar a unos 24ºC. De esta forma no sentirá frío durante ni después del baño. Seguidamente, llenaremos la bañera con agua templada a unos 37ºC.
Antes de introducir el bebé en la bañera es mejor limpiar la zona del pañal. De esta forma, la zona saldrá totalmente limpia del agua después.
Paso a paso
Una vez hecho esto iremos introduciendo al bebé lentamente en el agua teniendo cuidado de su cabeza. Con una mano sujetaremos la zona de la cabeza y hombros. Con la otra mano la zona del culito y las piernas. Después, con la mano de la parte del culito cogeremos una esponja, la humedeceremos y la iremos pasando por el cuerpo del bebé mientras le acariciamos.
Debemos tener cuidado de no mojar el cordón umbilical. Esto durará pocas semanas. Para limpiar esa zona debes usar alcohol de 70º y tener cuidado de no frotar.
La zona de la cabeza es mejor dejarla para el final ya que sino se puede enfriar y haremos que el bebé llore.
Para sacarlo del agua has de poner la toalla en tu barbilla, cogerlo como hemos dicho unas líneas más arriba. Una vez lo hayamos sacado, hay que pegarlo a nuestro cuerpo y rodearlo con la toalla para evitar que coja frío. Lo primero que hay que hacer es secarle de forma rápida la cabeza, dándole toquecitos en el cuerpo y no frotar para evitar hacerle daño al bebé.
Después de ésto toca ponerle polvos de talco o crema para hidratarle la zona del culito, ponerle unos pañales y vestirle.
¿Cuándo es mejor dar el bañar a un bebé?
Según los expertos, la mejor hora es la que te permita a ti estar relajada y sin prisas. Puedes hacerlo como parte de tu rutina a la hora de acostar al bebé. Después de bañar a tu bebé normalmente se quedan relajados y, por eso, es más fácil que se duerman.
No te desanimes si llora al principio, pues es algo nuevo para el/ella también.