Si miramos el canal de Disney Channel, podemos ver una mezcla de casos de la tele que educa y la que no educa. Y es que en una misma parrilla televisiva podemos encontrar programas poco edificantes como Violetta junto a La casa de Mickey Mouse, ejemplo totalmente contrario.
Por eso en este artículo nos vamos a centrar La casa de Mickey Mouse. No hay que andar siempre fijándose en lo malo. Así pues, ya que muchos padres ven la televisión como enemiga de la educación de sus hijos, este es un claro ejemplo contrario. Veamos por qué este espacio sí merece la pena.
Qué es La casa de Mickey Mouse
La casa de Mickey Mouse es un espacio especialmente pensado para los más pequeños en que se dan cita algunos de los más destacados miembros de la factoría Disney. ¿Para qué? Su propósito es aportar en el aprendizaje del público infantil.
Este programa se orienta hacia niños entre 2 y 7 años. En cada capítulo, de unos 22 minutos de duración, se trata una experiencia en la que el espectador es un protagonista más. Es decir, el chico se puede sentir como parte del elenco del espacio mientras aprende divirtiéndose.
Evidentemente, ver a nuestros niños pasándolo en grande con Mickey Mouse es maravilloso. No olvidemos que este simpático ratoncito está a punto de cumplir los 100 años. Es decir, que tu pequeño aprende con un personaje con el que tú te reíste, e incluso también tus padres y abuelos.
Además, junto Mickey podemos encontrar a otros célebres personajes. En cada aventura veremos al pato Donald, a Daisy y Minnie, a Goofy y Pluto, etc. Es decir, todos ellos nombres muy reconocibles tanto para niños como mayores.
A lo largo de todo el capítulo, el espectador tiene que tomar un papel activo en la acción. Por ejemplo, los personajes aparecen cuando el niño dice unas palabras mágicas sugeridas al comienzo del espacio. Después, se le requerirá para que la acción siga avanzando mientras los peques se motivan, aprenden y resuelven problemas junto a los protagonistas.
Valores educativos de la serie
Llegados a este punto, destaquemos los valores educativos de la serie. Sin duda, son muchos, ya que, durante el metraje de cada capítulo, los niños aprenden lecciones básicas. Entre ellas, descubrirán los números, los nombres de animales y plantas, los colores, etc.
Cada capítulo se enfoca a la participación activa del niño. Tendrá que estar atento para solucionar los problemas que se plantean. Y, a sabiendas de la facilidad con la que los peques pierden la atención, se hace hincapié para que sigan cada capítulo de principio a fin.
Si te apetece que tu pequeño pase un buen rato a la vez que aprende, no lo dudes, La casa de Mickey Mouse es una cita ineludible. Esta sí es televisión educativa válida, ¡conviértela en tu aliada!