Es muy importante que existan actividades con música para niños que se puedan practicar a diario. Es importante saber que podemos usar la música como un instrumento para promover otras habilidades.
Así, podemos buscar música con diferentes ritmos, instrumentales o de canto, con instrumentos muy diferentes, de diferentes estilos. Las posibilidades de combinar la imaginación y la música son infinitas.
Todas estas propiedades y muchas otras pueden ser utilizadas para entrenar nuestro cuerpo y el de los pequeños: tocar una canción lenta, luego rápida. Se puede utilizar la música para ejercitar el cuerpo por ejemplo, para canciones agudas bailar sobre los dedos de los pies o bailar de puntillas, y para las de tonos bajos, hacer ejercicios en el suelo.
Sería genial poder grabar para poder enviarle a alguien su canción favorita, a la que baila toda la familia. Estas son grandes ideas para llenar el álbum familiar audiovisual. Escuchen, canten y bailen, ¡una combinación perfecta!
Conoce las mejores 7 actividades con música para niños
La música es una gran terapia para todo, estimula la inteligencia del niño y muestra que ayuda con las dificultades de aprendizaje, los trastornos y deficiencias en los niños, aumenta su autoestima… Así que vamos a establecer y ofrecer lecciones con música para estimular la creatividad de los niños.
Además, para la mayoría de estas propuestas, no necesitamos entrenamiento, salas especiales o materiales especiales para poder disfrutar del aprendizaje en cualquier momento.
- Hacer música con el cuerpo, es decir, crear sonidos como que aplaudan con las manos, golpeen las piernas, el vientre, las mejillas…
- Experimenta con los sonidos de tu boca, porque una A larga no suena como una U corta con la boca muy cerca, cubriendo tu nariz, silbando… Puedes hacer una canción en un lenguaje ficticio con diferentes sonidos y palabras que no están en nuestro idioma.
- Diálogo con los sonidos del cuerpo o de la boca. Esta es una mezcla de los dos ejercicios anteriores y puede ser muy bueno para los niños pequeños porque ponemos los cimientos y ellos se repiten como un eco o tratan de reaccionar con variaciones de sonido o musicalidad.
- Imitando sonidos del ambiente, animales, aparatos, jugando con la onomatopeya… En un parque, en casa o de viaje, siempre estamos rodeados de sonidos, sólo tenemos que prestarles atención.
- Tocar instrumentos musicales aptos para niños, como panderetas, maracas, flautas, guitarras infantiles, tambores… para tratar de encontrar los ritmos o el acompañamiento de una canción.
- Inventar o crear un instrumento. No es necesario utilizar un instrumento ordinario. Muchos objetos cotidianos crean música. O al menos los ritmos, también podemos crear tambores, marcadores o flautas caseras, y convertirlos en instrumentos…
- Escuchar los sonidos ambientales, tanto naturales como artificiales, y describirlos con sus propias palabras para entender mejor lo que nos rodea y ampliar nuestras habilidades lingüísticas.