Durante la gestación observaras que está plagada, para muchas de esos maravillosos “Yo nunca” de la maternidad que luego nos hacen cara. Si tú también dijiste que no lo harías y luego terminaste haciendolo, no te preocupes, son muchas las que pasan por lo mismo.
Conoce todo lo relacionado a esta temática tan peculiar para las madres. Además aprenderás in formación de gran importancia para ti. Esto y más en esta nueva sección de QuePadres.
La maternidad, una etapa sin límites
Ser mamá es considerado un deporte extremo llevándonos a los extremos de todo. La más grande felicidad junto con los más grandes miedos, el mayor orgullo y también las más grandes vergüenzas. Todo ello y más nos confronta con un mundo de cosas que pensábamos y desde el aspecto más profundo hasta el más superficial, pasamos por todas.
Es particularmente curioso algo por lo que pasan todas las madres. Y como antes de tener hijos suelen juzgar mucho más. Casi todas nos encontramos con situaciones de otras madres con otros hijos, que permiten algo inadecuado.
Pero llega el dulce momento de la maternidad. Resulta que el hijo de uno no es un angelito bajado del cielo como nos imaginábamos, sino que es nada más y nada menos que un niño normal.
Los “yo nunca” más frecuentes entre las madres
- YO NUNCA le voy a prestar el celular a mi hijo en un restaurante para que se calme.
- YO NUNCA le voy a prestar el celular o la tableta para que abra la boca y coma.
- YO NUNCA voy a amamantar en público, que pena esa señora sacando la teta.
- YO NUNCA les compraré comida chatarra.
- YO NUNCA les voy a comprar armas de juguete.
- YO NUNCA le compraré o le dejaré usar maquillaje a mi niña.
- YO NUNCA voy a dejar que me contesten feo delante de la gente.
- YO NUNCA les voy a dejar ver TV por más de media hora.
- YO NUNCA les voy a gritar.
- YO NUNCA los voy a dejar salir mal vestidos, sucios o que no les combine, pero llegas a un punto en que ya no importa.
- YO NUNCA voy a perder la firmeza, pero somos mamás y nuestro corazón se derrite con facilidad, así que sucede también que “negociamos” castigos o consecuencias.
- YO NUNCA dejaré que mis hijos vayan con manchas en la ropa por la calle.
- YO NUNCA dejaré que coman en el coche.