Al momento de encarar la educación de nuestros niños es importante plantearse qué valores debemos inculcarles, y uno de ellos es la responsabilidad.
Los más pequeños, sobre todo en los primeros años de vida, suelen imitar las acciones de sus padres por ello es importante predicar con el ejemplo. Y para ello hay que ejercitar los valores que queremos que nuestros hijos incorporen.
Sin dudas, el valor de la responsabilidad es uno de los más importantes porque los acompañarán durante toda la vida y los hará ser mejores personas.
¿Qué es el valor de la responsabilidad?
Este valor está íntimamente ligado al compromiso, ya que garantiza el cumplimiento de los compromisos que el niño adquiere, con la escuela, familia, amigos y su entorno social.
La responsabilidad está estrechamente unida a la obligación y al deber. Ambos conceptos constituyen la materia prima de la responsabilidad.
Y la pregunta que surge será cómo fomentar este valor, tan útil y difícil de explicar. La respuesta no es sencilla pero te daremos algunos consejos a continuación.
¿Cómo fomentar la responsabilidad en los niños?
La mejor manera de enseñarles este valor es a través del juego y las actividades cotidianas. Así será más fácil y más ameno, enseñar el sentido de la responsabilidad a los niños y estarán más dispuestos a entender ‘deberes y obligaciones’.
La responsabilidad debe entenderse como:
Responsabilidad hacia uno mismo: es decir que el niño aprenda a que es dueño de sus elecciones y de sus actos, y cuando realiza una acción, no es para los demás sino para formarse como persona de bien.
Responsabilidad hacia los demás: comprometerse con su entorno, con sus amigos, vecinos, familiares, con todas las personas que lo rodean y cumplir con a lo que se ha comprometido. Por ejemplo, ser un buen estudiante, un buen hijo, un buen vecinos, etc.
Responsable en el consumo: tiene que ver con ser responsable de sus gastos. Si recibe una mensualidad de sus padres, por ejemplo, gastar lo necesario es una forma de aprender a manejarse con el dinero y esto lo hará responsable.
Aceptar sus errores: una tarea bastante difícil, pero que también forma parte de la responsabilidad, ya que el niño debe aprender a reconocer sus errores para no volver a cometerlos.
Cumplir con la palabra dada: cuando al niño acepta una atarea que se la ha encomendado debe ejecutarla hasta el final, sobre todo si se ha comprometido a hacerlo.
Los valores que los niños aprendan desde pequeños, les servirán para toda la vida, y la responsabilidad es uno de ellos, que le permitirán comprometerse con ellos mismos y sus semejantes en la sociedad en la que elijan vivir.