La prudencia es un valor que a veces se vincula a lo religioso, sin embargo, esto no es del todo cierto. Es un valor que todos debemos tener y que mejor que inculcar en los niños para que vayan aprendiendo y tratar de tomar buenas decisiones. Por eso hoy hablaremos sobre el valor de la prudencia en los niños y por qué es tan importante.

El valor de la prudencia

Sabemos que no podemos hacer que los niños sigan una lista de reglas y que las sigan tal cual. Además ellos mismos van aprendiendo a través de su experiencia y los padres están para guiarlos.

El valor de la prudencia en los niños

El valor de la prudencia en los niños

Uno de los valores más importante que se puede inculcar en los niños es el valor de la prudencia. Tal vez es un valor difícil de enseñar porque ser prudente va en contra de la tendencia normal de la infancia a tomar decisiones de forma rápida y por lo general en función de lo que “se siente bien”. Pero ¿qué es la prudencia? Es la habilidad o cualidad de actuar y reflexionar con precaución para no causar daño.

Consejos para inculcar el valor

Debes tener en cuenta que las buenas decisiones por lo general toman tiempo. Algunas decisiones simples y repetitivas tal vez se pueden tomar de forma más rápida sin tener que pensarlo mucho. Sin embargo, tus hijos necesitan aprender que las decisiones importantes no deben tomarse de inmediato, al menos que sea absolutamente necesario. Enséñales a dar un paso atrás y hacer algunas cosas adicionales antes de tomar una decisión importante.

Ayuda a los niños a que aprendan que las decisiones traen consecuencias. Enséñales a pensar qué podría salir mal y en los riesgos que pueden haber si se toma una decisión sin pensar. Esto no es para asustarlos, sino para ayudarlos a comprender que muchas cosas no tienen consecuencias reales, pero de vez en cuando algunas decisiones pueden tener enormes consecuencias si las cosas no salen como esperamos que lo hagan.

El valor de la prudencia en los niños

¿Qué es la prudencia?

Recuerda que los niños están creciendo por lo tanto se verán enfrentado a muchas decisiones en su vida. Tal vez algunas correctas como otras incorrectas, pero tu deber como su guía es enseñarles ser cuidadosos con sus palabras y acciones para no hacer daño, ni tampoco que ellos salgan dañado.

Aunque no podrás evitar en que en algún momento puedan tomar alguna decisión errónea, pero está bien, de los errores se aprende. Para eso estarás tú entregándole tu apoyo y tu sabiduría.

Como padres deben confiar en que han hecho todo para educar con amor a sus hijos, entregándole consejos y ayudándoles en saber que es la prudencia y qué tan efectivo es saber pensar y actuar de forma precavida antes cualquier decisión, sobretodo si es una muy importante.

Al tomarse el tiemo para enseñarles a tu hijo a ser prudente, no te asegura que tomarán decisiones correctas garantizadas y que están libres de cometer algún error, sin embargo, aumentarás las posibilidades de que puedan tomar deciones sabias.