El reflejo de la marcha en recién nacidos es uno de los reflejos más comunes que encontramos. Los recién nacidos tienen diferentes reflejos primarios o movimientos involuntarios que vienen por naturaleza. Estos se pierden a medida que su sistema nervioso crece y madura.
Por ejemplo, uno es el reflejo de Moreau, o tubo, en el que el bebé estira los brazos y abre las manos cuando no hay apoyo. Del que vamos a hablar hoy, es el reflejo de la marcha, el reflejo de escalera o el reflejo de andar automático.
Este reflejo surge como respuesta a un estímulo y consiste en que el recién nacido muestra el movimiento de sus piernas en ciertas posiciones, como si quisiera caminar.
Algunos se sorprenden de que el recién nacido mueva las piernas como si quisiera caminar. De hecho, en los últimos años se han hecho virales los videos donde algunos bebes recién nacidos muestran este reflejo. Es algo verdaderamente increíble de parte de la naturaleza que apenas con unos minutos de nacidos, ya tienen el instinto de caminar.
El reflejo de la marcha automático se observa en el bebé a partir del séptimo mes de embarazo y persiste durante los primeros meses de vida, generalmente hasta el tercer o cuarto mes de vida del bebé.
Si un bebé es sostenido por sus axilas y colocado verticalmente en una superficie recta como una camilla o en el suelo veremos este reflejo. Si el bebé siente un estímulo en las plantas de sus pies, se endereza y se dobla y las piernas se estiran alternativamente como si quisiera caminar.
Cuando se le empuja un poco, se mueve alternativamente en una pierna y en la otra con movimientos similares a los de una caminata. Cuando se coloca delante del escalón, el movimiento de sus piernas simula la acción de subir el escalón.
El reflejo de la marcha desaparece con el tiempo
Eventualmente, el reflejo desaparece a la edad de unos tres meses o se convierte en el primer ejercicio que anuncia pasos reales cuando un niño empieza a caminar, se agarra a algo o trata de alcanzar algo o a alguien.
Si después de estos primeros meses de la vida de un niño el reflejo de caminar o la marcha automática continúa como un comportamiento automático, esto puede considerarse un signo patológico de desarrollo.
¿Cuándo deberías preocuparte?
La pérdida de reflejos no es motivo de preocupación si ocurre a tiempo. Es muy natural, porque el niño aprende a regular sus acciones y deja de reaccionar instintivamente a un estímulo externo.
Lo que en realidad debería ser una señal de advertencia es la persistencia de los reflejos, que deberían desaparecer. Esto puede indicar un retraso o deterioro en el desarrollo motor del niño.
En estos casos, los especialistas examinarán a fondo al niño para determinar qué medidas deben tomarse.
La pérdida de reflejos a lo largo del tiempo es bastante natural, ya que el niño aprende a adaptar sus movimientos a las situaciones que se le presenten y poco a poco deja de actuar por instinto. Comienza a actuar con conciencia de cada paso y cada extremidad que desea mover.