Las placas en la garganta son una manifestación tradicional de infección en esta área. Pero ¿cómo diferenciar cuando es viral o bacteriano? ¿Precisa siempre de antibióticos?.
Conoce una de las afecciones más comunes de la edad pediátrica en esta nueva sección de QuePadres. Además conoce las diferencias entre las manifestaciones víricas y bacterianas de esta patología.
Índice
¿Qué son las placas en la garganta?
Cuando el niño abre la boca y ves unas manchas blanquecinas en los lados de la garganta, es posible que estés viendo placas. Estas son acúmulos de pus, restos de células y secreciones producto de una infección. Tienen aspecto algodonoso o perlado y pueden indicar infección bacteriana, pero no siempre.
Las amigdalitis, faringoamigdalitis o faringitis son infecciones en la garganta que conllevan a inflamación, dolor, fiebre. Además del aumento de los ganglios del cuello y enrojecimiento de la faringe.
¿Quienes producen la infección en la garganta?
Por lo general en un 60-70 % son causadas por virus. En cambio el 30% restante son las bacterias las causantes, entre ellas se encuentra el Streptococcus pyogenes.
- Viricas. Son las más frecuentes y su sintomatología suele ser más leves. Es habitual que se presente una garganta enrojecida y en ocasiones con vesículas. Además tendrán moco, estornudos, fiebre y tos. Tienen una evolución benigna y se curan en pocos días. Estas son infecciones son propias de los niños más pequeños, es decir de los menores de 3 años.
- Bacterianas. Representan únicamente un 30% de todas las infecciones de garganta. Además son excepcionales en niños menores de 3 años. Estas se suelen presentar con fiebre elevada y dolor intenso de garganta. Del mismo modo mal aliento y de forma muy habitual, las placas de pus sobre las amígdalas.
¿Cómo diagnosticar las causas de las placas en la garganta?
Debido a que el tratamiento adecuado para la amigdalitis o faringoamigdalitis dependerá de la causa que lo provoque, es importante un diagnóstico preciso.
En ocasiones al pediatra le resulta suficiente con conocer la síntomatología y valorar al niño. Pero en otras ocasiones es necesario hacer pruebas para corroborar si la amigdalitis es por una infección por estreptococos. Entre ellas las pruebas son:
- La más rápida es un test de detección de antígeno de estreptococo, que puede realizarse en la consulta. Consiste en el análisis de una muestra de fluido de las amígdalas obteniendo resultados en minutos..
- Otra prueba que consiste en un cultivo faríngeo, el cual es un análisis realizado en laboratorios los cuales demoran más.
¿Cómo tratarla?
Si se trata de causas víricas o bacterianas, se deben utilizar analgésicos para aliviar el dolor y el malestar. Así como:
- Aumentar el consumo de líquidos
- Se puede adaptar la dieta durante esos días, ofreciéndole alimentos que le resulten suaves y fáciles de deglutir. De esta manera disminuimos el dolor al alimentarse.
- Guardar reposo, sobretodo si existe fiebre
Solo en causas bacterianas se recurrirá al uso de antibióticos. Son importantes las prescripciones del pediatra en cuanto a cantidad y duración. En un plazo de 48 horas se notaran los efectos.