Ante tanta invasión de tecnología, en la que los padres y niños muchas pierden la interacción, es bueno volver a los juegos tradicionales como los de mímica.
Muchos niños no los conocen y por eso los divierte aprenderlos, pero además de tenerlos entretenidos por largo rato ayudan a los niños a mejorar su expresión corporal.
Índice
¿Qué beneficios otorgan los juegos de mímica?
El lenguaje corporal es aquella señal o conjunto de señales no verbales que indican nuestra personalidad, sentimientos, actitudes y estados de ánimo.
Desde niños aprendemos el lenguaje verbal y se olvida destacar la importancia del lenguaje corporal, que empleamos constantemente a lo largo de nuestra vida.
Aparte de la novedad de poder compartir una actividad con personas de distintas edades, padres, familiares, maestros, los niños a través de estos juegos podrán manifestar sensaciones y sentimientos mediante la comunicación no verbal.
Por medio de estos juegos los pequeños pueden además tener más control de sus cuerpos, agudizar su imaginación y creatividad, los ayuda a la cooperación grupal y otros beneficios para su crecimiento.
¿Cuáles son los juegos de mímica más entretenidos?
Hay distintos y para todos los niveles, pero te describiremos algunos de ellos a continuación:
Imitar animales: consiste en andar por la casa como si fuéramos algún animal y que los demás adivinen de cuál se trata,
Expresar emociones: en este juego el niño deberá expresar sus emociones, enfado, alegría, temor, sorpresa y otras, con todo su cuerpo y no solamente con el rostro.
Jugar a las formas: por medio del cuerpo jugar a hacer distintas formas geométricas, como círculos, cuadrados y otras.
Imitar acciones: sobre todo lo que hacen los grandes. Por ejemplo cocinar, pescar, cortar árboles, comer, etc.
Representar número y letras: con su cuerpo el niño deberá formar un número o letra para que los demás adivinen.
Imitar prácticas deportivas: por ejemplo, jugar fútbol, golf, u otras no tan conocidas.
Expresar sensaciones: con el cuerpo el niño deberá expresar distintas sensaciones como frío, calor, hambres y otras.
Conseguir que los demás adivinen qué somos: el niño deberá hacer distintos movimientos y el grupo tratará de adivinar a quien representa en niño. Por ejemplo, un robot, modelos, enanos, etc..
Sin dudas hay muchas más que se le pueden ocurrir al niño o los padres. Lo importante es jugar a imitar y desarrollar las capacidades de los niños, a tráves de sus cuerpos, y estimular la imaginación de los más pequeños.