¿Deben usar gafas de sol para bebés? Las gafas de sol se utilizan para proteger los ojos durante el día de los fuertes rayos ultravioletas. También pueden evitar que cuerpos extraños se introduzcan en los ojos y nos protegen de fenómenos climáticos como el viento.
Pero los padres se preguntan si los niños y bebés también deben usarlas, y en qué casos concretos, o son perjudiciales para ellos. Por ello a continuación te damos algunos consejos para tener en cuenta.
Índice
¿Deben usar gafas de sol los niños y bebés?
La respuesta es si, siempre que las mismas cumplan con algunas condiciones básicas, tales como:
Para adquirirlas ir a un óptico reconocido: nunca deben ser compradas en la vía pública o en otros locales comerciales. Esto asegurará la calidad de los cristales que usarán nuestros hijos y cumplirán con sus funciones específicas.
Que cuenten con la marca CE: porque esto también es una garantía que indica que el producto cumple con la normativa europea específica para este tipo de productos.
Deben elegirse los cristales correctos: suelen ser de color marrón, con una tasa de absorción de la luz del 70 al 80%: una lente demasiado oscura podría no ser del agrado del niño.
Deben ser de goma y de materiales atóxicos: esto para evitar que se rompan, al caerse, y no tóxicas porque los niños suelen introducirse las gafas en la boca. Además, no llevan protectores para la nariz.
¿Son necesarias si el niño lleva gafas correctoras?
Cuando nuestro hijo ya lleve las gafas para la corrección de su vista ya hemos ganados terreno, porque se acostumbrará rápidamente a las de sol.
En estos casos podremos evitar el problema de tener que llevar dos gafas distintas cada vez que salimos, eligiendo un modelo de gafas de sol para niños con lentes fotocromáticas.
Este tipo de gafas se oscurecen progresivamente a media que la luz aumenta, combinando las funciones protectora y correctiva.
Otro detalle a tener en cuenta son los colores de los cristales de las gafas. Si nuestros hijos tienen los ojos claros, se recomienda que las lentes sean de mayor absorción.
Los de efecto espejo también son muy buenos porque reflejan la luz e impide que lleguen a los ojos. Los cristales marrones, grises o verdosos son los que menos alteran la visión y los más recomendables para los niños y bebés.
Es imprescindible que los niños protejan sus ojos a partir de los seis meses. Así que el utilizar gafas de sol para bebés y niños no es una cuestión estética sino de salud para nuestros hijos.