La fábula de la cigarra y la hormiga hacen que quienes lo escuchan piensen en el significado de la obra. Permite reflexionar acerca del trabajo arduo y constante de la hormiga, ayuda a apreciar cada logro de quienes se esfuerzan.
La fábula la cigarra y la hormiga son una buena manera de jugar y de criar a los niños. Los cuentos son historias cortas y literarias, generalmente poemas, que siempre terminan con un mensaje del maestro o una moraleja de naturaleza educativa.
Normalmente se presenta a los animales, como en el caso de la cigarra y la hormiga. Este hermoso cuento motiva a los niños a aprender y a hacer sus tareas, aprendiendo que todo se logra a través del esfuerzo y el trabajo.
La cigarra y la hormiga
La cigarra se encontraba disfrutando del verano: el sol brillaba, las flores daban su aroma y la cigarra cantaba y cantaba. Mientras tanto, su amiga y vecina, una pequeña hormiga, trabajaba todo el día recogiendo comida.
– ¡Amiga hormiga! ¿No estás cansado de trabajar tan duro? Descansa un poco conmigo y te cantaré algo. – Le dijo la cigarra a la hormiga.
– Será mejor que recojas provisiones para el invierno y dejes de ser tan perezoso- respondió la hormiga. Hacía mucho esfuerzo porque estaba llevando granos de comida y estaba ocupado.
La cigarra se rió y cantó sin prestar atención a su amigo.
Hasta que un día, cuando se despertó, sintió el frío intenso del invierno. Los árboles terminaron sus hojas, los copos de nieve cayeron del cielo y la cigarra vagó por los campos congelados y hambrienta. Vio a lo lejos la casa de su vecino, la hormiga, y vino a pedir ayuda.
– Amiga hormiga, tengo frío y hambre, ¿me darás algo de comer? Tienes suficiente comida y una casa caliente, y yo no tengo nada.
La hormiga abrió la puerta de su casa y dijo a la cigarra.
– Dime, amigo mío, ¿qué hiciste cuando me levanté temprano? ¿Qué hacías cuando llevaba granos de trigo de un lugar a otro?
– Estaba cantando y cantando bajo el sol- dijo la cigarra.
– ¿Es eso lo que hiciste? Bueno, si cantas en el verano, ahora baila en el invierno…
Y cerró la puerta y dejó la cigarra para que aprendiera.
Moraleja: si quieres disfrutar de un buen invierno, trabaja duro mientras es verano.