La enuresis nocturna es un problema común que sufren los más pequeños y que tiende a generar ciertos problemas. En pocas palabras este problema es conocido como orinarse en la cama de forma inconsciente.

La enuresis es la incontinencia de tipo urinaria intermitente que es producida en ciertas fases del sueño. Aunque si este problema existe en el horario diurno es llamado bajo el mismo término.

Por lo general este problema no está asociado a problemas en las vías urinarias bajas. El problema tiende hacer de tipo nervioso más que funcional aunque dependiendo el caso puede haber excepciones.

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¿Es de mal pronóstico que nuestro niño sufra de esto?

La enuresis nocturna infantil, consiste en la salida de orina en la cama en ocasiones repetidas. Ya sea en la mañana o la noche y para que sea considerada una enfermedad. Tiene que darse por lo menos 3 a 4 veces por semana con un mínimo de 3 meses consecutivos.

También la edad es importante a la hora de ver si el problema es malo o no. Se dice que estamos en presencia de enuresis nocturna cuando el niño lo padece después de los 5 años.

Ya que antes de esta edad es normal que los niños no controles el esfínter vesical. Y que tiendan a tener este problema, sin embargo es algo que debe ser pasajero. Hasta que el esfínter llegue a su tonicidad normal y el niño lo controle sin problemas.

El sexo masculino, son los que en su mayoría suelen ser afectados, y por lo general esta patología. No se asocia a una enfermedad de base como la narcolepsia o diabetes u otras causas orgánicas. También se ha asociado a niveles de estrés intensos donde el sistema nervioso del niño sufre una afectación considerable.

Es problema relativamente común, aunque la asociación de pediatría española indica que no se ha estudiado con detenimiento. La frecuencia del mismo ya que por lo general este trastorno cede con el pasar de los años.

En la actualidad en los Estados Unidos existen aproximadamente 600.000 niños enuréticos estando la mayoría. En edades comprendidas de 6 a 8 años, es muy raro ver niños mayores de 10-11 años con este trastorno.

¿Cuáles son las causas de la enuresis nocturna?

La enuresis nocturna es provocada primariamente por episodios de sueño profundo donde el organismo no atiende a llamados básicos. El niño tiende a estar tan profundamente dormido que no despierta al sentir que su vejiga está llena.

La mayoría de los casos este trastorno es hereditario, es común ver que salte generaciones o lleve un ritmo regular. Estudios estadísticos han demostrado este principio ya que en el 90% de los casos positivos. Uno de los progenitores (padres) ha padecido de esta patología de las vías nerviosas urinarias.

Otra de las causas comunes de este trastorno es la alteración de los ciclos del sueño regular. También el aprendizaje forzoso al momento de controlar los esfínteres se ha relacionado con el inicio y recurrencia del síndrome.

Es muy importante que los padres tengan esto en cuenta, ya que deben ser muy cuidadosos. A la hora de enseñar a controlar los esfínteres, no obligar a los niños a ir al baño. Y recompensar cuando estos lo hagan por sí mismos para reforzar de forma positiva ese hecho.

También el estrés está íntimamente ligado a la aparición de este trastorno; en general cuando el niño esta. En etapa escolar, ya sea por problemas relacionados a la escuela o del entorno familiar propio.

El divorcio de los padres, la muerte de un familiar, los cambios de residencia constantes. La falta de atención tras el nacimiento de un hermano, un accidente traumático, hospitalizaciones a repetición. Abusos en el área escolar o de tipo sexual son unos de los eventos característicos que exacerban el trastorno.

¿Cuále es la sintomatología de la enuresis nocturna?

que es la enuresis nocturna

El síntoma principal que padecen los niños afectados por este problema es la pérdida de control de su esfínter vesical. Provocando la salida de la orina de forma inconsciente durante un episodio de sueño nocturno.

El proceso se puede dar en varias ocasiones y siendo de forma abundante, por lo general el niño amanece mojado. Es común que el niño empape las sabanas por completo ya que no logra controlar la cantidad de orina expulsada.

También se ha asociado dificultades a la hora de despertar posterior a un sueño nocturno habitual o usual. El estreñimiento es otro de los síntomas el niño tiende a tener problemas para ir al baño durante los episodios.

¿Cuáles son los tipos de enuresis nocturna?

La asociación española de pediatría la clasifica según el horario en que se da la diuresis inconsciente. Aunque con el pasar del tiempo fue quedando atrás el horario si no, en sí la aparición de síntomas.

Actualmente se maneja dos tipos de enuresis la primera o primaria ocurre cuando el niño. Es capaz de controlar su esfínter durante el sueño en ocasiones anteriores sin presentar problemas algunos.

La segunda o secundaria aparece cuando el niño ya ha tenido problemas de incontinencia en oportunidades anteriores. Y procede a tener una recaída que se prolonga por más de 3 meses llegando inclusive a los 6-7 meses.

Por lo general la enuresis secundaria se da por procesos estresores que afectan la psique del niño de forma exorbitante. Mientras que la segunda se da también por los factores antes nombrados pero con desordenes del sueño incluidos.

¿Cómo se diagnostica la enuresis nocturna?

El diagnostico de enuresis se da ante la presencia de incontinencia urinaria, es ideal llevar al niño con un especialista. Esto con el fin de descartar alguna afectación estructural de las vías urinarias o procesos infecciosos.

Debemos destacar que este trastorno es algo benigno y solo hay que buscar la causa que lo desencadena. Como ya fue mencionado la primera causa es de tipo psicológico corrigiendo la misma el proceso debería desaparecer.

El tratamiento para la enuresis nocturna consiste en buscar que el niño controle su esfínter vesical. Rutinas diarias como miccionar y tomar pocos líquidos antes de dormir ayudan mucho para evitar el problema.

También existen alarmas que detectan la humedad y despiertan al niño antes de que termine de vaciar la vejiga. Los tratamientos farmacológicos son una buena opción pero deben ser recomendados por especialistas en la materia.