El dolor de oídos en bebés es algo muy frecuente. La manera más fácil de saber si tu bebé tiene infecciones de oído, es ver su comportamiento. Su estado de ánimo será una alerta indiscutible de los malestares que pueda estar atravesando el pequeño.
Cuando los bebés están más irritables o lloran más de lo normal, debes estar atenta. Si presenta fiebre debes estar también muy endiente porque es otra señal. Las infecciones o dolor de oídos suelen aparecer después de un resfriado o infección sinusal.
Al asistir periódicamente a las consultas pediátricas evitas estas infecciones. Cada vez que acudas, el medico revisará sus oídos y su cuerpo. Siempre debes observar los cambios de humor y las molestias que pueda presentar tu bebé. Así podrás saber si tiene algún malestar o infección.
¿Cuáles son los síntomas de dolor de oídos en bebés?
Para conocer si tu bebé tiene infecciones o dolor de oídos en bebés debes observar los síntomas:
- Diarrea o vómitos: en caso de que tu bebé tenga algún virus, debes observar muy bien lo que puede afectar el sistema digestivo porque también puede afectar al oído.
- Fluidos de color blanco o amarillo que salen del oído: esto no es común en todos los bebés pero es una señal muy certera de infección. Esta secreción ocurre a causa de un orificio en el tímpano, pero no debes preocuparte por eso, sanará cuando sea tratada la infección.
- Problemas para dormir: cuando hay infección, hay dolor. Para un bebé será muy doloroso recostarse de lado teniendo una infección de oídos.
- Se toca o estira las orejas: los bebés buscan conocer su cuerpo, suelen tocarse las orejas. Pero si lo hace muy frecuente y su cara refleja molestia o dolor, puede que haya infección
- Falta de apetito: las infecciones en los oídos causan malestares en los intestinos. Duelen al masticar y tragas y es posible que tu bebé, aunque tenga hambre, rechace la comida.
- Mal olor: si hay infección es probable que notes un olor desagradable salir del oído del bebé.
¿Qué causa infecciones de oídos en bebés?
Las bacterias y los virus son los que causan infecciones, las cuales aparecen cuando se acumula líquido detrás del tímpano del niño. Por lo general, los líquidos que se meten en los oídos, salen de manera rápida por la trampa de Eustaquio.
Cuando hay resfrío o infecciones sinusales o alergias, la trompa de Eustaquio, que se conecta con la parte trasera de la nariz, se bloquea. Al bloquearse el líquido que entra queda atrapado en el oído medio. Los gérmenes crecen en lugares oscuros, húmedos y cálidos, un oído lleno de líquidos es un cultivo perfecto para crecer.
En cuanto empeora la infección, empeora la inflamación, tanto dentro como fuera del tímpano. En términos médicos, a estas infecciones se les denomina otitis media aguda.
En definición es una inflamación muy dolorosa. Acumula fluidos, enrojece el tímpano y causa fiebre. Debes tener especial cuidado si tu bebé utiliza chupón o chupete. Estudios indican que las probabilidades de sufrir infecciones de oído es menor en un 33% en niños que no usan chupón.