Durante este período podremos ver cómo, el desarrollo del lenguaje de 5 a 6 años de cada niño mejora considerablemente. Además de los aspectos orales del lenguaje, el niño se irá preparando poco a poco para iniciar una fase que le introducirá en el mundo del lenguaje escrito: la lectura y la escritura.
El lenguaje expresivo y versátil de nuestro niño se desarrolla a un ritmo muy rápido, proporcionándole estrategias de comunicación oral muy efectivas para contar a los demás algo de su vida diaria.
Gracias a la madurez conjunta alcanzada en esta etapa, nuestro hijo tiene un lenguaje de expresión muy rico y desarrollado.
A esta edad, el niño ya tiene suficientes órganos adultos implicados en la articulación de los sonidos para evitar errores de articulación. Puede sustituir algunos fonemas por otros, invertir las sílabas durante la conversación, bajar algunos sonidos.
Puede pronunciar correctamente sílabas directas: consonante + vocal, por ejemplo, casa. Las sílabas invertidas: vocal + consonante, por ejemplo, árbol. Sílabas cerradas: consonante + vocal, por ejemplo, clavo. También sílabas mixtas: consonante + vocal + consonante, por ejemplo, fatiga.
El lenguaje expresivo también crece con él, porque vemos cómo puede identificar acciones más complejas en la imagen o incluso resolver simples rompecabezas de rimas con o sin la imagen delante de ella.
Desarrollo del lenguaje comprensivo
De la misma manera, en el desarrollo del lenguaje comprensivo se pueden encontrar varias similitudes y diferencias entre los dos elementos.
Ya pueden responder a preguntas sobre las acciones de los seres queridos, responder a preguntas sobre las tareas de profesiones o actividades sociales conocidas, e incluso identificar absurdos en textos cortos y sencillos.
Es importante decir que durante este tiempo, el niño ha ido mostrando gradualmente la postura correcta, lo que contribuye a emitir la voz y a crear un buen sistema de respiración. Como un aparato de respiración siempre se debe inspirar aire por la nariz para evitar problemas de salud en la garganta o incluso con la voz.
Esto se traduce en una buena coordinación de fondo, que le permite hablar el mayor tiempo posible sin mucho esfuerzo, controlando la emisión de sonidos de diferente intensidad y tono, así como las diferentes características sonoras de la voz: intensidad, duración, tono.
Además, a partir de los cinco años, se cae un diente de leche y comienza un proceso de oclusión permanente. Debemos tener esto en cuenta, porque a menudo sucede que muchos niños cometen algunos errores de habla normales en esta etapa.
El proceso de desarrollo del lenguaje de 5 a 6 años es algo que no durará exactamente hasta los seis años. Seguirá enriqueciéndose a lo largo de la vida del niño; sin embargo, es cierto que el lenguaje a esta edad se asemeja más a un adulto en complejidad y desarrollo.
Y lo mejor de todo es que nosotros, sus padres, le acompañaremos en este proceso. Recuerden que jugaremos un papel muy importante en él. Ya que seremos sus ejemplos desde el primer momento en que comience a imitar, ya que hablará como sus modelos.