Saber cómo adquieren destreza manual los niños es un proceso que puede variar dependiendo de muchas cosas. Ellos toman y tiran objetos que encuentran a su manera, hacen torres, dibujan con lápiz en paredes o puertas.
Desde el momento en que los bebés se independizan, es decir, empiezan a caminar y se vuelven más equilibrados, sus habilidades manuales se vuelven más poderosas y precisas de un día para otro.
En la primera infancia, los brazos y las piernas de los niños son una de las partes más importantes del proceso de aprendizaje del mundo que les rodea y, sobre todo, de la interacción con el mundo que les rodea.
Hay muchas actividades y funciones que podemos usar para mejorar la destreza manual en los niños. Algunos son más fáciles, por ejemplo, sólo empujar algo, un cochecito, una pelota. O una tarea mucho más compleja para él.
Para realizar una tarea más compleja, el cerebro necesita coordinar sus acciones con las manos. La capacidad de medir cada acción con precisión milimétrica. Calcule la profundidad. Lo que pensamos que es tan simple como atar cuerdas es una tarea muy difícil para el cerebro.
En los primeros años de vida, por ejemplo, el niño observa y calibra el cerebro a través de la observación. Con este proceso va a lograr la máxima movilidad en los órganos más importantes para comunicarse con los demás: sus manos. Hoy le confiamos una serie de tareas que le permitirán a su hijo mejorar y acelerar su desarrollo.
Aprenda cómo adquieren destreza manual los niños
Cuando se trata de excelentes habilidades motoras. Podemos definir el aprendizaje de tres maneras que funcionan juntas:
Experiencia: El niño tiene dificultad para tocar algo al principio. Lo intentará, verá cuando está equivocado, cuando tiene razón y tratará de mejorar su actitud.
De la misma manera, él o ella se desarrollan con mayor precisión en sus movimientos. Comienza con movimientos más torpes y simples, como levantar juguetes. Tire de la cuerda a través de los agujeros cada vez con menos frecuencia hasta que los detalles estén en orden.
Observación: Los niños aprenden no sólo a través de sus propios ejercicios. Uno de los pilares de su formación es observar todo lo que les rodea. De hecho, cuando ven cómo lo hacemos. Su cerebro almacena información para mejorarla. Por eso es tan importante que seamos el mejor ejemplo a seguir.
Perseverancia. Te preguntaste: «¿Pero no es aburrido? Si hizo lo mismo durante unas horas.” Siempre debemos ponernos en esta situación cuando se trata de un niño. Su experiencia es muy, muy limitada.
Casi no tiene recuerdos. Algo que nos parece monótono, como poner una pieza encima de otra. Para ellos esta es la tarea más difícil y complicada de hacer. Podemos colocar un ejemplo con un adulto como cuando aprendemos a tocar el piano.
Y entrenamos todo el tiempo. Y cuando finalmente jugamos un buen papel, la alegría llega al poder. Lo mismo sucede con los niños que están en proceso de aprendizaje.