La carne de pollo es una parte importante de la tercera etapa de la alimentación suplementaria para los bebés de más de 10 meses. Tan pronto como el bebé acepta los granos y luego las frutas y verduras sin ningún problema, la carne es incluida en la comida del bebé sin ningún problema. Este es el primer alimento que el niño intentará, por lo que su introducción debe ser suave y gradual y ver cómo se tolera.
El pollo es una de las aves más consumidas y la carne es una de las menos grasas. Es delicado, sabroso y de fácil digestión debido a su bajo contenido graso, por lo que suele ser el primer producto que se le da a un bebé de seis meses. A partir de los seis meses, los pequeños animales llamados carne blanca, como la carne de pollo, el pavo o el conejo, pueden utilizarse en el puré de patatas.
Debido a que provienen de animales pequeños, son bajos en grasa, bajos en colesterol y menos alergénicos. Los artículos más adecuados que puedes ofrecer a tu bebé de la carne de pollo son las caderas y los pechos (siempre sin piel). Son las partes más blandas y delgadas y, al mismo tiempo, las más agradables para comer.
Los minerales que contiene la carne de pollo son muchos. Contiene menos hierro y zinc, pero más fósforo y potasio que la carne roja.
La gran ventaja del pollo es que es muy rico en nutrientes, similar a la carne roja, pero bajo en grasa y calorías. Por cada 100 gramos de pollo, se calculan 125 calorías (sin piel).
¿Cómo se cocina la carne de pollo para bebés de más de 10 meses?
La carne de pollo más adecuada para su bebé es la pechuga, las pechugas magras y las caderas. Si es un poco más grande de 10 meses, podemos ofrecerle otras piezas, como jamón, para que pueda comer con las manos.
A la hora de comprar, debemos tener en cuenta que los pollos más viejos son los más gruesos, por lo que elegiremos los más jóvenes.
En la cocción, la carne de pollo debe estar tierna, pero al mismo tiempo bien cocida, para asegurar que la salmonela, la bacteria productora de salmonelosis, sea destruida.
El pollo es muy divertido cuando se trata de cocinar. Hay diferentes maneras de cocinar esta carne.
- Debe cocinarse sin sal ni especias para ocultar el verdadero sabor de la carne, además de ser perjudicial para el bebé.
- Es aconsejable retirar la piel y, por supuesto, los huesos restantes.
- Se puede hornear, cocinar, freír, a la parrilla, asar, guisar, pero recuerde que los pollos viejos son más duros y necesitan más tiempo para ablandarlos.
Los productos de panadería son una buena opción, al menos hasta que usted esté seguro de que su hijo no es alérgico al gluten o a los huevos, así que tendrá que esperar hasta la edad de introducción.
La forma ideal de empezar es agregar el pollo en un puré de verduras, unos 20 gramos de carne – un buen lugar para empezar.