Llega una etapa en la vida de los niños en la que es necesario conocer la verdad sobre las peleas en la infancia.

Estos juegos de simulación de peleas, en ocasiones pasan a mayores y alguno termina llorando. ¿Cuál debe ser nuestro papel?, ¿debemos parar la pelea o jugar a peleas en la infancia puede tener una parte positiva? Descubriremos que los expertos valoran como buenos para los niños estos juegos bruscos.

¿Es bueno jugar a peleas en la infancia?

La verdad sobre las peleas en la infancia

Es normal una etapa de la infancia donde los niños se divierten haciendo simulaciones de peleas. Sonidos de guerra, frases o amenazas a su pequeña escala, esto es muy divertido para ellos.

Sin embargo, estos juegos de peleas suelen terminar con uno herido así que debe un adulto parar la improvisada guerra cuando en esa montaña de brazos y piernas pasa de las risas a los llantos.

Es un juego al que juegan los niños varones desde tiempos remotos: juegos de espadas, de indios y vaqueros, de asaltar el fuerte, de caballeros medievales o guerras espaciales. Pero, ¿qué esconden estos juegos bruscos?

Sobre el juego en la infancia hay múltiples estudios y casi todos resumen que es esencial para el desarrollo físico y mental del niño, para la adquisición de habilidades o para la relación con sus iguales.

Ventajas del juego simbólico para los niños

Cuando juegan a peleas los niños practican el juego simbólico, hacen lo que ven en la vida real, ya sea en series de televisión, en videojuegos, de superhéroes o en otros niños. Y el juego simbólico tiene muchos beneficios para los niños, en el caso de jugar a pelear aprenden:

  • Aprenden dónde están los límites de las acciones.
  • Conocen el lenguaje del cuerpo y de las expresiones faciales.
  • Adquieren habilidades de negociación.
  • Les ayuda a expresar sus miedos.
  • Aprenden a controlarse y a saber hasta dónde pueden llegar. Si les observas bien, muchas veces sabrán hasta donde llegar y suelen estar regulándose y controlándose para que la situación no desborde.
  • Adquieren habilidades del lenguaje para convencer a contrincante que pare.
  • Desarrollan la empatía ya que aprenden que lo que les molesta a ellos no deberían hacerlo a los demás.
  • Los niños aprenden a socializar mediante este tipo de juegos.

Puedes pensar, que en el inabarcable mundo del juego, hay otros muchos que son más beneficiosos y menos peligrosos que este. Seguro que sí, sin embargo, existe una investigación sobre el juego llevada a cabo por el experto y pionero en este tipo de estudios, Stuart Brown.La verdad sobre las peleas durante la infancia

Aquí, se afirma después de estudiar la infancia y perfil psicológico de cientos de criminales, que había una constante en estas personas: la falta de juego libre en la infancia, en concreto de juego brusco.

Otras voces apuntan a lo mismo, Joe Frost, profesor de la Universidad de Texas y experto en entornos de juego, afirma que el juego brusco aporta una base necesaria para desarrollar habilidades sociales en la infancia.

Asimismo, Anthony Pellegrini, de la Universidad de Minnesotta publicó un artículo que afirmaba que, cuanto más alborotados son los niños varones en la escuela elemental, mejor puntuaban en los test de resolución de problemas sociales.