Muchas personas dudan antes de vacunar a sus niños, pues se suele comentar los numerosos y fatales efectos adversos que estas vacunas traen para la vida del pequeño. En este post hablaremos sobre la vacuna triple vírica y el autismo.

Se ha mencionado que la vacuna triple vírica está relacionada con el autismo, e incluso, la han relacionado con meningitis o encefalitis. Pero, ¿en verdad es esto cierto?

Vacuna triple vírica y autismo

Se ha mencionado que la vacuna triple vírica está relacionada con el autismo.

Vacuna triple vírica y autismo

Un estudio realizado por el Dr. Andrew Wakefield, afirmaba que el hecho de vacunar al niño con la triple vírica era una posible causa de autismo. Y declaró que se encontraba en la busca de otra vacuna que no causará autismo.

Muchas madres en todo el mundo se alarmaron y dejaron de vacunar a millones de niños debido a los resultados de este estudio.

Sin embargo, en fechas recientes, un estudio realizado por la revista Lancet desmintió completamente los hallazgos de Wakefield y despejó los miedos que rodeaban a la vacuna triple vírica.

Vacunar a tu niño no le provocará autismo. Si es verdad que esta vacuna tiene efectos adversos, pero te aseguramos que no pasarán de una fiebre o erupción en la piel y tendrán una duración de 7 a 10 días.

Vacuna triple vírica y autismo

¿Qué pasa si no vacuno a mi pequeño?

La vacuna triple vírica protege al niño de tres diferentes enfermedades: Sarampión, rubéola y paperas.

Estas enfermedades son muy comunes en muchos países y son altamente infecciosas. Un pequeño contacto podría provocar que tu niño se infecte con ellas.

También, debemos mencionar que si tu niño padece estas enfermedades puede llegar a complicarse de forma grave. El sarampión, especialmente si se presenta en niños pequeños, puede dejar grandes secuelas en el niño.

Vacuna triple vírica y autismo

La vacuna triple vírica protege al niño de tres diferentes enfermedades: Sarampión, rubéola y paperas.

Por ello, no dudes en vacunar a tus niños. Las vacunas están hechas para prevenir enfermedades y no para ocasionarlas. Los efectos adversos que estas provocan son mínimos comparados con los que provocan estas enfermedades.