Durante años hemos conocido varios mitos acerca de cómo los tatuajes en la espalda afectan la salud y varios tratamientos médicos. Uno de los puntos más confusos, especialmente para las mujeres embarazadas, es la combinación de tatuajes en la parte baja de la espalda y anestesia epidural. Hoy resolvemos estas dudas.
Los tatuajes en la espalda son una moda que, aunque ahora es popular, no es nueva. Durante siglos, los tatuajes han sido una característica fija en algunas culturas, como la maorí. Mientras que todavía no hay suficientes estudios para demostrar qué efectos tienen los tatuajes en la salud a largo plazo, hay evidencia de que algunos de los rumores más populares no son ciertos.
Lo que podemos decir es que hay que investigar antes de decidir dónde y por quién hacerse un tatuaje, así como el cuidado y los posibles efectos negativos que pueden tener los tatuajes. Se lo diremos en esta guía.
Actualmente, la mayoría de los pigmentos utilizados son azoicos, es decir, tintes sintéticos que pueden liberar aminas aromáticas, compuestos de amoníaco, que en algunos casos están relacionados con ciertos tipos de cáncer y sustancias químicas peligrosas como los hidrocarburos aromáticos y los metales pesados. Aunque ciertos compuestos químicos de las pinturas pueden afectar a la salud, no hay dogma sobre ellos.
A nivel teórico, es posible estudiar los efectos que estos pigmentos y colorantes pueden tener cuando llegan a los ganglios linfáticos, no existen estudios para verificar estos supuestos, por lo que el desconocimiento de los efectos reales de los tatuajes sobre la salud ha llevado a una plétora de mitos.
Una de ellas es la imposibilidad de aplicar anestesia epidural cuando un tatuaje se encuentra en la región lumbar. Esto es especialmente cierto para las mujeres embarazadas.
¿Dónde puedo ponerme la epidural si tengo tatuajes en la espalda?
La anestesia epidural no se coloca en un espacio vertebral específico. La anestesia epidural se realiza a nivel de las vértebras lumbares, especialmente entre la primera y la tercera vértebra. Dependiendo de dónde tenga el tatuaje, el anestesiólogo pinchará la epidural por encima o por debajo de estas áreas.
Si tiene un tatuaje muy grande o muy largo que atraviesa toda la columna vertebral, el anestesista tratará de encontrar un lugar entre el diseño tatuado donde no haya tinta y pueda insertar la aguja epidural sin riesgo de infección.
Si el tatuaje es demasiado grande no habrá espacio para colocar la epidural. Hay anestesistas que rascan parte del tatuaje con un bisturí para luego pasar la aguja.
Recuerde que la anestesia epidural es una opción, pero no es absolutamente necesaria. La administración de la anestesia epidural se deja a la decisión del anestesiólogo, dependiendo del riesgo de infección del tatuaje. Es esencial realizar cursos de preparación al parto. Así podrá aprender sobre otros analgésicos disponibles, posturas que alivian el dolor y técnicas de relajación.