Una de las técnicas milenarias más efectivas, y que han trascendido hasta la actualidad, es el Reiki debido a que no tiene efectos secundarios y actúa sobre el sistema energético del individuo.

El Reiki no reemplaza a la medicina tradicional, ni pretende hacerlo, sino que actúa como un complemento debido a que no presenta contraindicaciones.

La palabra proviene del japonés y significa energía vital universal, y en muchos países ya se ha extendido el Reiki para los bebés, debido a que es una técnica universal.

Reiki

Es una técnica complementaria que no reemplaza al tratamiento médico.

¿Cuáles son los beneficios del Reiki para bebés?

Existen varios beneficios del Reiki para bebés entre los cuales podemos destacar:

Duerman mejor y calmarse

Haciendo los movimientos correctos con las manos puede lograrse que los bebés concilien mejor el sueño, se calmen, bajen los niveles de ansiedad e irritabilidad, e incluso que puedan comer mejor.

Manejar el estrés de los bebés

Contribuye a que se tranquilicen, aliviando ansiedades, miedos, dolores de cabeza, de dentición o de otitis entre otros.

Ayuda a los niños tranquilos

También es utilizado en niños tranquilos porque los ayuda a ser más receptivos, puesto que esta energía agudiza los sentidos y logra que la persona tenga una percepción distinta de la vida

Reiki

En los bebés logra reducir el estrés.

Ayudar a niños autistas

Según algunos testimonios, el Reiki resultó muy positivo para niños con autismo y también en aquellos con dificultades para concentrarse. Ayuda a que los bebés y niños de mayor edad puedan manejar sus emociones, ayudándoles a conocerse a sí mismos.

¿Cómo debe practicarse el Reiki en los bebés?

Es importante que en bebés y niños menores que las sesiones sean de corta duración de no más de 20 minutos. El mejor momento para los bebés es aprovechar cuando están dormidos para poder llevarlo a cabo.

No hay una edad mínima para practicar el Reiki en bebés. Incluso se puede aplicar en mujeres embarazadas hacia el bebé, ya que no tienen contraindicaciones.

No hay una evidencia científica de la incidencia del Reiki en los bebés, pero en los hospitales de varios países (como Estados Unidos, Reino Unido, Argentina, Alemania y Canadá) se lo práctica.

Esto se debe a que es una técnica de bajo costo, no posee contraindicaciones y no influye en los tratamientos habituales a los que pudiera estar sometido el bebé, sino que complementa ese tratamiento médico.

Algunos testimonios afirman que en el caso de los bebés que han recibido Reiki, se notó mucha mejoría en los que sufrían cólico del lactante, inicio de dentición, otitis, trastornos de sueño, y otras patologías.