El reflejo de prensión del recién nacido es uno de los reflejos que tienen los niños durante las primeras semanas de vida. Con el pasar del tiempo y de su desarrollo, llega un momento en que cierra su mano para llevarse todo lo que toca. Es un reflejo de agarre. Aunque comienza inconscientemente, con el tiempo se convierte en una acción controlada.
Pocas cosas producen más sensibilidad que las suaves manos de un bebé. Sin embargo, hay una mayor sensibilidad cuando tratan de agarrar todo lo que cae en sus manos, ya que esta es su primera interacción con el medio ambiente.
El objeto de esta interacción puede ser tus dedos, algún juguete ligero o, cuando lo tienes en tus manos, tu pelo. En este último caso, se comprueba la fuerza y la adherencia reales, causadas por el reflejo del agarre. Si sostiene el dedo, puedes incluso levantarlo con los pies en una superficie plana sin soltarlo.
Lo curioso del reflejo de prensión es que no es sólo para las manos. Notarán que cuando algo toca la parte inferior del pie de un niño, dobla sus dedos como si tratara de agarrar algo. Según los expertos, esta es una característica evolutiva.
Cuando nuestros antepasados tenían el pelo en todo el cuerpo, esta actividad permitía al niño permanecer con su madre en caso de peligro.
Las características del reflejo de prensión
- Como todos los reflejos, es una reacción involuntaria a un estímulo que se manifiesta en las manos y los pies.
- Ocurre en el primer y segundo mes de la vida de un niño. El poder que un recién nacido puede usar en este movimiento puede ser asombroso.
- Es una señal que indica que su sistema nervioso está funcionando correctamente. Sin embargo, si es más común de lo habitual, probablemente haya una deficiencia.
- En el tercer mes comienza a cambiar a un agarre menos poderoso, pero con más movimiento y control.
- A partir del cuarto mes, tus sentidos están mucho más maduros y tus acciones están concentradas y enfocadas, aunque todavía te cuesta juzgar las distancias. A partir de ahora su coordinación aumentará y podrá concentrarse en el objeto deseado y sostenerlo con ambas manos.
- En sus pies la presencia del reflejo se extiende un poco más, de 3 a 6 meses.
¿Cómo estimular el reflejo de agarre?
Para este tipo de ejercicio, el niño tiene a su disposición una serie de ejercicios muy sencillos que puede practicar a diario. Lo más fácil, pero no menos eficaz, es poner el dedo cerca de la mano de su hijo y dejar que la sostenga.
El reflejo de agarre de la planta del pie puede ser practicado de manera similar. Acerque el dedo o el lápiz a la planta del pie y observe el movimiento de sus dedos. Si las cierra como si tratara de agarrar algo que le toca, o como si se agarrara al suelo mientras está de pie, verá el clásico reflejo de agarre natural.
Por otra parte, también puede trabajar a través de la estimulación temprana para ganar más movilidad, obtener nuevas impresiones y crear sus primeros estímulos.
Todo lo relacionado con el movimiento de brazos y piernas, la práctica del uso consciente de los sentidos e incluso el trabajo de caricias y relajación le ayudará a conocer y utilizar mejor su cuerpo.
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