Cuando los niños comienzan a caminar y a crecer, las quemaduras son uno de los accidentes domésticos más comunes. Las quemaduras y el tratamiento dependen de la lesión, así que le enseñaremos cómo reconocerlas y tratarlas.
Los bebés y los niños son más sensibles al agua caliente y a las quemaduras por líquidos. Sin embargo, estas quemaduras menores no son un problema grave y pueden ser removidas con seguridad en casa. Las quemaduras de segundo o tercer grado, por otro lado, requieren atención médica.
Quemaduras de superficie o de primer grado: Este es el fenómeno más común en los niños, y lo primero que tenemos que hacer es sumergir las quemaduras en agua fría (en un grifo) y no en agua helada. Tampoco es aconsejable usar hielo directamente sobre quemaduras, pasta de dientes, mantequilla o mantequilla, ya que esto puede causar más daño a la piel. Luego de bajar la temperatura se debe aplicar crema hidratante en la zona dañada.
Quemaduras de segundo grado: Primero sumerja la quemadura en agua fresca durante 15 minutos. Luego aplique crema antibiótica y cubra la quemadura con un vendaje no adhesivo y péguela con gasa o cinta adhesiva. Cambie el apósito diariamente y verifique si hay signos de infección como enrojecimiento, hinchazón o pus.
Quemaduras en tercer grado: Es la quemadura más grave que requiere atención médica. No se quite ni sumerja en agua la ropa quemada de su hijo que esté adherida a la piel. Vaya a la sala de emergencias inmediatamente.
Índice
Tratamiento de las quemaduras en niños
Para quemaduras de primer grado:
Cuando un niño sufre quemaduras de primer grado, el primer paso debe ser enfriarlo con agua fría (por ejemplo, bajo un grifo), para que el líquido no se desborde directamente a la zona afectada. Nunca utilice hielo, ya que existe el riesgo de quemaduras por frío.
Cuando la temperatura de las quemaduras desciende, se recomienda hidratar la piel con un humectante. Cuando las quemaduras son causadas por el sol, el protector solar ayuda a hidratar la piel y mantener la cicatrización. Las quemaduras de primer grado por lo general sanan en un plazo de tres a siete días y no dejan cicatrices.
Para quemaduras de segundo grado:
Para el tratamiento de las quemaduras superficiales de segundo grado, también es necesario bajar la temperatura de la lesión inundándola con agua fría, en un intento de no verter líquido directamente sobre las quemaduras y ampollas.
Es muy importante evitar que las burbujas sean manipuladas y agrietadas por el niño, ya que su función es proteger la piel durante la regeneración de los tejidos. Además, si estallan, el cambio de la enfermedad no tendrá protección natural y el riesgo de infección aumentará.
Las quemaduras de segundo grado deben limpiarse, desinfectarse y cerrarse, como en el caso de las heridas.
Para quemaduras de tercer grado:
Estas quemaduras requieren cuidados especiales. Aunque esto depende de la gravedad y la complicación de las quemaduras, la cicatrización suele durar de dos a tres semanas y está asociada a un grave riesgo de deterioro e infección.
En todos los casos, tratar la zona afectada como una quemadura en la cara y es aconsejable consultar a un especialista, aunque no se trate de una lesión grave.
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