El pescado es un alimento espléndido, el cual su valor nutricional reside aporta proteínas de gran calidad. Es decir, aquellas que los médicos llaman de alto valor biológico, ácidos grasos omega 3 y fósforo. Pero ¿qué tan beneficioso es para el niño el pescado blanco?
Aprende esto y mucho más en el siguiente apartado, en este encontraras información actualizada e importante para el desarrollo de tu niño. Además, conocerás alguno tips para mejorar la alimentación de tu pequeño y garantizando un buen desarrollo.
Índice
Pescado ¿Un alimento importante?
Los pescados son alimentos muy nutritivos, siendo una fuente importante de Proteínas de alto valor biológico, Vitaminas como la A y D, Minerales entre ellos el calcio, yodo y selenio. Además, contienen una gran cantidad de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3, útiles para:
- El desarrollo del sistema nervioso del niño
- La prevención de enfermedades cardiovasculares
- Sistema inmunológico
Pescado blanco
Existe gran variedad de pescados blancos, y cada zona pesquera aporta sus variedades propias, por lo que se recomienda escoger los más habituales en nuestro mercado. El término pescado blanco e utilizado para distinguir los pescados de origen oceánico con aleta dorsal.
El principal beneficio del pescado blanco es su poco contenido de grasas, calorías y muchas proteínas. Estas propiedades son las ideales y recomendada se para los bebés y niños. Su carne magra es de fácil digestión y aporta múltiples beneficios para el niño. Todos los pescados blancos contienen un valor elevado y rico en vitaminas del complejo B.
¿Cuál es el pescado blanco?
Algunos de sus ejemplares son:
- Merluza
- Pescadilla
- Lenguado
- Gallo
- Gallina o gallineta
- Rape
- Faneca
- Maruca
- Cabracho
El pescado congelado posee las mismas propiedades que el fresco, comercializándose en filetes. Los lomos están bastante limpios de espinas, aun así hay que revisarlos.
Cuando puede consumirlo el bebé
En pediatría, se aconseja que el pescado se consuma desde los 6-9 meses de vida, al menos 3-4 veces por semana. Se recomienda consumir pescado blanco, debido a que su valor calórico es el más equilibrado.
Además puede sustituirse una vez por semana por un pescado azul de pequeño tamaño, como la sardina o el boquerón, siempre que no se consuman raciones demasiado grandes. El pescado puede formar parte de la comida de mediodía, en la merienda o cena, alternando con otros purés, nunca desplazando los lácteos y las frutas.
A la papilla podemos añadirle una cucharada de aceite de oliva en crudo, sin añadirle sal ya que a esta edad no es necesaria.
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