Por mucho que las conductas agresivas de su hijo lo sorprendan a usted y a quienes lo observan, es importante que sepa que es parte de su desarrollo normal.
Los niños pequeños desarrollan aún más sus habilidades lingüísticas, tienen un fuerte deseo de independencia y, al mismo tiempo, no son capaces de controlar sus impulsos, razón por la cual son tan sensibles a las reacciones físicas.
Una cierta cantidad de agresión a través de apoplejías y mordeduras es completamente normal, debido a que los niños que tienen alrededor de 2 años de edad se enfocan demasiado en sí mismos.
Sin embargo, esto no significa que usted deba ignorar estos comportamientos. Es importante recordarle constantemente a su hijo que el comportamiento agresivo es inaceptable y enseñarle otras maneras de expresar sus sentimientos.
Índice
¿Qué puedo hacer para controlar las conductas agresivas de mi hijo?
Tómate tu tiempo. No grite ni golpee a su hijo. Si le gritas, le pegas o le dices que es un mal chico en lugar de limitar su comportamiento, lo enfadarás más y le darás más ejemplos de cómo ser agresivo. Si, por otro lado, su hijo observa cómo usted se controla a sí mismo, este es el primer paso para ayudarlo a controlar su temperamento.
Establece límites claros
Trate de reaccionar inmediatamente cuando vea que su hijo se vuelve agresivo. Llévelo lejos del lugar donde ocurrió el ataque para que pueda pensar (a esta edad uno o dos minutos de distancia es suficiente). Esto le dará tiempo para calmarse y con el tiempo asociar su comportamiento con las consecuencias, y usted sabrá que morder o patear se perderá la diversión.
Recompensado por su buen comportamiento
En lugar de prestarle atención justo cuando se está comportando mal, trate de ver cómo se comporta bien. Cuando le pides a otro niño que te deje subir al columpio en lugar de empujarlo, elógialo por expresar verbalmente lo que quería.
Responde con consecuencias lógicas
Trate de reaccionar inmediatamente si su hijo se vuelve agresivo. Si su hijo empieza a tirar arena o juguetes a otros niños en el parque, guárdelos inmediatamente. Póngalo a su lado y declare que puede volver a participar cuando esté listo para jugar sin dañar a otros niños.
A esta edad ya no es capaz de sustituir a otra persona o de cambiar su comportamiento sobre la base de grandes consideraciones lingüísticas, pero puede entender la conexión entre acciones y consecuencias.
Discipline al niño o niña consistentemente ante conductas agresivas
Siempre que sea posible, reaccione a cada episodio de ataque como la última vez. Al reaccionar de manera predecible, se enfatiza un modelo que el niño aprenderá a reconocer y esperar. En algún momento entenderás que si te comportas mal, el resultado es un castigo.
Limite su tiempo frente al televisor
Los dibujos animados y otros programas diseñados para niños a menudo contienen muchos gritos, amenazas, empujones, golpes y patadas, a veces presentados como diversión.
Varios estudios sugieren que permanecer demasiado tiempo frente a la pantalla puede causar problemas de comportamiento en niños mayores. Algunos expertos también temen que el uso de pantallas electrónicas pueda afectar el desarrollo social y emocional de los niños pequeños.