Un amigo imaginario es un personaje invisible. Es nombrado y referido en conversaciones con otras personas con las que el niño ha estado jugando directamente durante al menos unos meses. Lo que para él tiene un sentido de la realidad, pero no parece tener una base objetiva.
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¿Deberían ser los amigos imaginarios un motivo de preocupación?
Aunque los niños suelen tener amigos imaginarios, muchos adultos empiezan a preocuparse cuando sus hijos empiezan a hablar de ellos. ¿Forman un compañero invisible para llenar este vacío?
La mayoría de los niños que los hacen tienen un desarrollo normal de la imaginación.
Si este problema fue causado por deficiencias emocionales, hay dos razones. En primer lugar, porque el primer estudio sobre el tema se realizó con niños en instituciones. Segundo, por una simple razón estadística: dado que un tercio de los niños tienen amigos imaginarios, aun cuando existen deficiencias emocionales, que este no es el caso.
¿Existe el riesgo de que el amigo imaginario de un niño sea en realidad producto de delirios o alucinaciones?
Este es otro miedo recurrente de los padres. De hecho, algunos elementos pueden apuntar a similitudes entre ambos, dice Jacqueline Benavides Delgado, Master en Protección de la Infancia de la Universidad del País Vasco.
Pero hay una diferencia fundamental: La capacidad de un niño de hacer amigos imaginarios, de darles el papel que quieren, está siempre bajo su control. Añade que estos seres invisibles no son síntomas de procesos anormales o de percepción disociativa porque a diferencia de las alucinaciones, no son intrusivos.
¿Qué papel juega un amigo imaginario en la vida de nuestros hijos?
Cuando un niño tiene de dos a nueve años, experimenta como ser humano un momento de evolución en el que la diferencia entre lo real y lo imaginario es un problema secundario en su vida.
Los amigos invisibles son un yo auxiliar o complementario que a veces ayuda al niño a pensar y a veces se enfrenta a sí mismo. Las funciones básicas de un amigo imaginario, en general, son éstas:
- Ayuda a imitar una situación en la que usted tiene el control, porque el niño elige diálogos o una voz con su amigo invisible y así compensa las experiencias que no puede controlar o que no le gustan, como las decepciones o los malentendidos con los amigos.
- Esto contribuye a la tolerancia del niño a la soledad, porque al sentirse en compañía, el niño aprende a estar sin la presencia de los adultos.
- Promueve la independencia del niño que pierde el miedo de hacer las cosas solo, porque se consuela con la presencia de un amigo imaginario.
- Este es un entrenamiento sobre la autosuficiencia. Como un niño que se siente solo y encuentra la compañía o el consuelo que necesita gracias a un amigo imaginario que puede hablar de situaciones que no quiere expresar a los demás. De esta manera es más independiente del hecho de que su entorno le da un sentimiento de felicidad.
- Esto ayuda al niño a no depender más de su entorno en los primeros años de vida, sino a ser independiente y autosuficiente. Objetos como mimos, mantas o un pulgar que se chupa tienen la misma función.