Es muy importante saber cómo debe ser la higiene del hogar cuando hay un bebé en él. Muchos de nosotros crecimos en una cultura que alababa la máxima higiene. La higiene que trataba de destruir todos los gérmenes a nuestro alrededor con productos químicos agresivos.
Y ahora nos resulta difícil entender cómo asegurar la necesaria higiene del hogar cuando tenemos un hijo. Intentemos llegar a algunas conclusiones.
¿Cuándo tenemos que limpiar a fondo?
Hay un momento en la vida de un niño en el que sentimos la necesidad de hacer una buena y profunda limpieza, esto pasa cuando ya gatean y se llevan cosas a la boca.
Comprender que es un proceso natural en el que el niño entra en contacto con el medio ambiente y pone en marcha su sistema inmunológico incrementará la necesidad de asegurarse de que el suelo no esté demasiado sucio.
En estos casos, al menos elija limpiadores naturales como el vinagre o el limón para la higiene del hogar. De vez en cuando utilice un limpiador más fuerte y después aplique un excelente enjuague para no dejar rastros de productos químicos.
Los agentes de limpieza no deben dejarse al alcance de los niños ni utilizarse en su presencia y siempre deben eliminar los rastros al lavar un piso o un objeto para evitar el contacto accidental, incluso en pequeñas cantidades.
Si se produce un accidente, siempre debe quedar claro cómo proceder para evitar consecuencias más graves.
No debemos olvidar que hay fuentes de infección que deben ser desinfectadas al máximo: cubos de basura, lavabos, teléfonos, teclados de ordenador, sobre todo si comemos mientras escribimos.
Pero no tenemos que pensar en la absoluta limpieza de la casa y la destrucción de todos los gérmenes. Las bacterias y los humanos siempre han coexistido, y aunque la higiene es la clave de la salud, la limpieza excesiva también puede ser negativa.
El exceso de higiene puede ser negativo
La pregunta que se plantea ahora es si el exceso de higiene puede ser perjudicial y puede estar asociada a un aumento de los problemas alérgicos y otras enfermedades inmunosupresoras.
La teoría es que privar a los niños del contacto con bacterias comunes e inofensivas impide que su sistema inmunológico se entrene o reaccione exageradamente a los ataques inofensivos.
Esterilización
Los biberones y chupetes son objetos que deben ser esterilizados hasta cierto punto en los primeros meses de la vida del niño. Esto se hace para prevenir las infecciones que pueden ser causadas por dejar leche en lugar de cualquier otra cosa.
Durante seis meses, sin embargo, los niños han estado metiéndose todo en la boca y esta es su forma natural de explorar el mundo. La esterilización tiene poco sentido, especialmente si mantenemos nuestras manos y superficies limpias.
Los juguetes y peluches deben lavarse simplemente con agua y jabón. Los peluches se pueden lavar cada temporada, y si están sucios, una cosa es no esterilizarlos y otra es dejarlos negros de la suciedad.
En otras palabras, limpiemos la casa, quitemos la comida pegada al suelo, limpiemos las superficies en contacto con la comida o los escombros, pero veamos que la buena higiene de la casa no suele ser la completa esterilización.