Los bebés dormilones tienen grandes ventajas durante el sueño. Un estudio reciente muestra que acostarse al mismo tiempo siempre promueve el desarrollo cognitivo en los niños. El no respetar los planes de sueño de los niños tiene consecuencias devastadoras, el sueño deficiente tiene consecuencias para el desarrollo cognitivo.
Los niños que duermen desarrollan una capacidad cognitiva mucho mayor que los niños que no pueden dormir bien, por lo que la memoria de los niños que duermen es mucho mejor. Los niños que duermen la siesta durante el día mejoran su rendimiento cognitivo en un 10%.
Mantener el mismo horario para que los niños se duerman ayuda a crear rutinas que facilitan el sueño y evitar estallidos de ira infantil y tiempos difíciles. Pero los beneficios no terminan ahí: dormir todos los días al mismo tiempo promueve el desarrollo cognitivo de los niños.
Índice
Los niños que no duermen bien tienen dificultades de aprendizaje
Otro análisis muestra que los niños que se duermen a intervalos irregulares tienen resultados significativamente más bajos que los que se acuestan a la misma hora todos los días.
Además, cuanto más pequeño es el plan de sueño, más perjudiciales son los planes de sueño irregulares. Esto parece indicar que la edad temprana (por ejemplo, tres años) es una fase sensible para el desarrollo cognitivo de los niños. Los efectos de las variaciones sobre las horas irregulares también son acumulativos.
El sueño de los bebés dormilones, les ayuda a entrenar su memoria. La siesta no es una separación, ni un apagón, sino un proceso activo. El sueño es muy importante para la memoria de los niños», dice Rocío Sánchez-Carpintero, especialista en sueño del Fondo Español para la Infancia.
Mientras los bebés duermen, muchas de las experiencias del día son procesadas y recordadas. Los investigadores llegaron a esta conclusión después de analizar el comportamiento de 40 pequeños de diferentes guarderías. Lo que hicieron fue proporcionar a los niños diferentes imágenes para que pudieran recordarlas y medir sus reacciones.
Cuando se trataba de bebés dormilones, respondían a todas las preguntas con más precisión que cuando no habían descansado. Los resultados mostraron que las siestas durante el día mejoran el rendimiento cognitivo de los niños en un 10%, por lo que es importante que puedan descansar durante el día.
¿Y si los niños no quieren dormir?
Esto es perfectamente normal. Es necesario comenzar con la definición de las rutinas anteriores y su mantenimiento diario. Lo mejor es que los momentos antes de la siesta estén completamente relajados. Procura que el ambiente en la casa, después de la cena, sea calmado y sin alborotos o excesos de aparatos electrónicos que puedan distraer al bebé.
Después de la cena, la limpieza dental y un baño no deben durar más de media hora, de lo contrario se reactivará. Usted también debe mirar las señales que su bebé le está enviando para decirle que tiene sueño. Si se frota los ojos, bosteza o se relaja en algún lugar como sillones o el suelo, es hora de llevarlo a la cuna o a la cama para descansar.