Cuando hablamos de abuso emocional de padres a hijos, solemos pensar en la idea de abuso físico. Pensamos automáticamente en aquellos padres que utilizan su superioridad y poder sobre sus hijos a través de comportamientos agresivos como golpes, gritos o insultos.

Sin embargo, existe otro tipo de abuso, mucho más sutil pero no menos doloroso, este llamado abuso emocional de padres a hijos. Y desafortunadamente esto ocurre a menudo en muchas casas.

¿Cómo es el abuso emocional de padres a hijos?

Abuso emocional de padres a hijos

Abuso emocional entre padres e hijos, padres tóxicos

La negativa a dar a nuestros hijos apoyo emocional, seguridad, amor o cuidado también se considera una forma de abuso. A los padres que abusan emocionalmente de sus hijos también se les llama padres tóxicos.

  • Humillan, subestiman o se burlan de todo lo que hace el niño.
  • Constantemente señalan sus debilidades.
  • Tratan al niño con indiferencia, lo ignoran o no le hablan sin razón aparente.
  • Llaman la atención del niño delante de otras personas para que se avergüence.
  • Recuerdan constantemente sus sentimientos.
  • Culpar al niño por asuntos que no tienen nada que ver con el cómo decir que sus padres se separarán por su mal comportamiento.
  • Chantaje emocional del niño para lograr sus objetivos.
  • A menudo usan chantajes para atraer a un niño a su red como que si se va con sus amigos, deja solo a papa/mamá todo el día.
  • A menudo juzgan o critican a los amigos del niño.
  • No apoyan la decisión del niño.
  • No prestan atención al progreso del niño y no lo reconocen.
  • Interferir con la privacidad de su hijo.

El estado emocional de un niño se ve gravemente comprometido si es utilizado emocionalmente por los padres, que deben ser la principal fuente de protección, afecto, amor, aceptación y reconocimiento para el niño.

Consecuencias del abuso emocional de padres a hijos

Abuso emocional de padres a hijos 3

Las siguientes son las principales consecuencias para los niños cuando sus padres abusan emocionalmente:

  • Baja autoestima.
  • Imagen negativa de sí mismo.
  • Dificultad para establecer la intimidad con los demás.
  • Dificultad en las relaciones con otros niños.
  • Comportamiento sumiso.
  • Sentimientos de tristeza
  • Problemas de conducta

La violencia emocional pesa más que la personalidad del niño y conduce a sentimientos de desprecio, culpa, se sienten ignorados y sofocados debido a las constantes exigencias que los padres les imponen.

Y, lo que es difícil de creer, los padres que son abusadores emocionalmente con sus hijos a menudo no son conscientes de las graves consecuencias que su comportamiento puede tener en la salud mental de sus hijos.

Normalmente justifican sus acciones con el mal comportamiento del niño e incluso se consideran víctimas de la violencia.

Pero esto no los absuelve de su responsabilidad. Los padres deben ser conscientes de su comportamiento y de las consecuencias negativas que éste puede tener para su hijo.

Aunque los padres que abusan emocionalmente de sus hijos encuentran difícil en la mayoría de los casos aceptar que están causando daño emocional a sus hijos sin intención.