La generosidad es el valor más importante que se enseña desde una edad temprana. No se trata de obligar a los niños a compartir, sino de darles un sentido de generosidad. Esto significa que el deseo de compartir viene naturalmente de ellos mismos, porque entienden que ser generoso con los demás hace que los demás sean generosos con ellos.
Los mejores 20 ejemplos para enseñar generosidad a los niños
- Sea un ejemplo para su hijo. El ejemplo de los padres es el mejor maestro para ellos.
- Anímelos a compartir con sus hermanos. Por ejemplo, puede comprar un postre para compartir con sus hijos y pedirles que lo corten por la mitad.
- Disfrute de juegos populares o juegos de mesa donde su hijo necesita aprender a esperar en la fila.
- Utiliza cuentos y novelas de hadas sobre valores. Hay muchas historias y cuentos de hadas en las que el valor de la generosidad es el hilo conductor de la historia.
- Aprender a entender y expresar sus sentimientos. A nadie le gusta compartir con otros si esto causa enojo y frustración.
- Nunca lo fuerce a compartir. La generosidad es el valor más importante, así como un sentimiento que debe nacer espontáneamente.
- Aumentar la compasión de su hijo. Ayude a su hijo a observar las necesidades de los demás. Si su hijo es capaz de sentir empatía, sabrá cuáles son las necesidades de los demás.
- Anímelos a mirar los detalles y sorprender a sus amigos. Teniendo detalles con los niños, ellos los tendrán con sus amigos.
- No le digas que son egoístas. Todo lo que haces es socavar su autoestima y rebelarte contra lo que sus padres están tratando de imponer.
- Anímelo a hacer su tarea. Si su hijo trabaja en casa con tareas pequeñas, él o ella es consciente de la importancia de la ayuda y comparte generosamente su tiempo con los demás.
- Trate de incitarlo a empatizar con el hecho de que él/ella también tiene que compartir su tiempo y no sólo objetos materiales.
- Debe entender que si comparte sus juegos, se beneficiará más del hecho de que sus amigos también le prestarán sus pertenencias.
- Dar ejemplo todos los días. Si un niño ve que le dejamos nuestras pertenencias a él o a sus hermanos es más probable que se familiarice con el concepto de generosidad.
- Sonríale a tu hijo. Él lo necesita. De esta manera le dices que es importante para ti, que lo amas y que eres feliz con él.
- Que no falte una alabanza por cada pequeño gesto de generosidad de nuestro hijo. Esta es la mejor manera de desarrollar esta actitud.
- Para aprender a pensar en los demás, vale la pena empezar por animarlos a hacer lo que son buenos y lo que les gusta.
- Vivir en un ambiente de participación y servicio en el que todos trabajen juntos.
- Conocer a padres que ayudan a otros padres y proporcionan servicios comunes.
- Cocinando comida para extraños y para aquellos que la necesitan.
- Dirigirse a todas las personas, independientemente de su estatus social o educación, con respeto y educación.