Que NO decir a las familias con muchos hijos

Opinar acerca de la maternidad ajena es, por desgracia, una práctica habitual. Donde en ocasiones hemos mencionado frases desagradables o comentarios fuera de lugar. Por lo que siempre es necesario tener en cuenta que no decir a las familias numerosas.

 

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Madres con hijos numerosos.

A muchas personas no escatimaban en opinar y juzgar sobre la paternidad ajena, que por desgracia siendo una práctica común. De hecho en varias ocasiones sin siquiera planearlo nosotros mismos hemos emitido algún comentario fuera de lugar.

Que no decir a las familias numerosas

• ¿Son todos tuyos?» o «¿Son todos del mismo padre?». Y es que en la mayoría de las ocasiones, este tipo de comentarios se hacen sin tener en cuenta la sensibilidad de los niños que están delante, ni las circunstancias personales y sensibles de cada familia.
• ¿Otra vez embarazada?» o «¿Cuándo vas a parar?». Si hay algo que todos los padres y madres de familias numerosas detestan es que se les pregunte continuamente cuándo van a parar de tener hijos
• «¿Por qué tantos?» o «¿No tienes suficiente con los que tienes?». Existe un grupo en quienes piensan que con uno o dos debería ser suficiente, y no entienden cómo alguien desea seguir aumentando la familia.
• «¡Que pena! ¡Tan jóvenes y con tantos hijos!». En general, hay gente que piensa que tener hijos a una edad joven es algo así como «desperdiciar la mejor etapa de la vida».
• «¡No vais a poder dar estudios a todos!». Esta es una de las grandes preocupaciones de las personas que se topan con las familias numerosas.
• «¿No confundes sus nombres?». Ponen en duda la capacidad de una madre para atender a sus hijos, empezando por saber nombrar correctamente a todos.

• «No te aburriras, ¿no?». Lo cierto es que no! Las madres y padres no se aburren, tengan un hijo, dos, tres o seis. Porque en el que momento en que nace tu bebé, su vida pasa a depender enteramente de ti.
• «Pero tu marido, ¿a qué se dedica?». Para muchas madres este comentario resulta machista y arcaico, pues de inicio presupone que la mujer no trabaja fuera de casa, o que si lo hace, su aportación económica no es tan importante como la de su marido.

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